Hasta antes de comenzar la crisis, la inmigración era uno los motores demográficos de Galicia. En una comunidad que camina hacia el "suicidio demográfico", según destacan todos los expertos, los nacimientos de madres extranjeras servían para aumentar unas cifras de población que, sin ellos, serían aún más negativas.

En 2008 los partos de inmigrantes se habían triplicado casi un tercio con respecto a 2000, al pasar de 529 a 1.794. Sin embargo, desde entonces y hasta 2013, el volumen ha caído casi una cuarta parte, el 22,4%, hasta los 1.392. En cambio, el total de nacimientos en la comunidad en estos últimos cinco años ha disminuido un 15%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pese estas caídas, el peso de la inmigración en el crecimiento demográfico de la comunidad se ha mantenido. Si en 2000, los nacimientos de madres extranjeras suponían solo el 3,8% del total, en 2008 se duplicaron hasta el 7,7% y en 2013 se han mantenido en el 7,4%.

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La caída de los nacimientos ligados a la inmigración se ha producido en toda Galicia, aunque en algunas provincias el descenso ha sido mayor. Por ejemplo, en las provincias de A Coruña, Pontevedra y Ourense el retroceso desde que arrancó la crisis ha sido superior al 23%, mientras que en Lugo solo llega al 6,3%.

La natalidad vinculada a la inmigración en Galicia es aún mayor. A los 1.392 niños con madres extranjeras que nacieron en 2013 hay que sumar otros 540 cuyos padres no son españoles, lo que representa casi el 10% de todos los nacimientos. Las parejas mixtas -en las que uno de los dos progenitores es español y el otro no- son las más habituales en Galicia. En 2013 solo nacieron 640 niños -el 32% del total- con madre y padre extranjeros.

En cuanto a los países de origen, la nacionalidad de las madres ha ido variando a lo largo de los últimos años. Según el INE, la mayoría de las mujeres extranjeras que dieron a luz en Galicia durante 2013 procedía de América y Europa, con 660 y 369 alumbramientos, respectivamente. Las del primer continente cayeron un 38% y las del segundo, un 13%, con respecto a 2008.

Pero el dato que más llama la atención es que pese al descenso en todas las cifras, tanto las generales, como por nacionalidades, los partos de mujeres africanas se han incrementado entre 2008 y 2013 en un 22%, hasta los 279. Entre 2000 y 2008, ya se había multiplicado por seis la cifra de mujeres procedentes de países como Marruecos, Senegal o Cabo Verde que tuvieron hijos en Galicia.

América, y en especial el sur del continente, sigue aportando casi la mitad de los partos de mujeres extranjeras en Galicia: 660, un tercio menos que en 2008. En el extremo contrario, los países asiáticos son los que menos representatividad tienen en la estadística de natalidad en la comunidad, aunque, pese a todo, los partos de madres procedentes de este continente aumentaron un 12% desde que comenzó la crisis.

La situación familiar de las madres en Galicia también ha variado en los últimos años. Tener un hijo sin estar casada es hoy mucho más habitual que a comienzos de siglo. En 2013, cuatro de cada diez mujeres que dieron a luz en la comunidad estaban solteras, divorciadas o separadas, mientras que en 2008 eran casi un tercio y en 2000, solo el 14,6%.