"Ya basta". Los cerqueros de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que representa a la mayoría de embarcaciones de este segmento de buques en la comunidad (120 de 146), decidieron ayer convocar un amarre indefinido para denunciar la crítica situación que atraviesan, provocada por la escasez de cupos. La propuesta de paralizar la actividad salió adelante durante una asamblea celebrada en Portosín, a la que asistió más del 90% de los asociados. De ellos, el 82% votó a favor, según fuentes de la propia asociación.

El sector denuncia que su trabajo es inviable, por lo que exigen a la Administración un reparto justo de las posibilidades de pesca que le permita vivir con dignidad. "Esto tiene que dar un vuelco. Ya no podemos más. Es imposible salir al mar con las ridículas cuotas que tenemos, que ni siquiera nos permiten pagar los sueldos de la tripulación", apuntó el portavoz de Acerga, Andrés García, al finalizar la reunión.

Los armadores de A Coruña, Lugo y Pontevedra entregarán mañana a las 12.00 horas los roles de sus tripulantes en las diferentes capitanías marítimas y amarrarán sus embarcaciones en el puerto base de cada unidad pesquera. La asociación, que gestiona de forma conjunta los cupos de los que dispone, reclama además el apoyo del resto de la flota cerquera de la comunidad (26 barcos) para que se sume a la parada. "Les pedimos que nos apoyen porque sabemos que nadie está bien. A ellos también les afecta la escasez de cupos", explicó el también patrón mayor de Sada.

Los cerqueros afrontan la recta final de año con varias de sus principales pesquerías cerradas (anchoa y jurel) y con apenas cuota del resto de recursos que todavía pueden capturar (xarda y sardina). La prohibición el pasado viernes de pescar jurel en aguas del sur de la comunidad (zona IXa, desde Fisterra hasta el golfo de Cádiz) agotó la paciencia del sector, que padeció durante todo el año continuos cierres y reaperturas (como los de la anchoa o el propio jurel) provocados por las "insuficientes" posibilidades de pesca con las que cuentan. Unas cuotas que serán todavía menores el próximo año, ya que los armadores comenzarán 2016 con descuentos en los cupos de jurel de los dos caladeros, después de que el Ejecutivo central adelantase el 10% de las posibilidades de pesca de la especie del próximo año.

Por ello, el sector exige la intervención de la Administración para cambiar la distribución de los cupos. "Llevamos años reclamando un reparto justo y proporcional que tenga en cuenta los criterios socioeconómicos y no solamente los históricos, porque nuestra flota se autorreguló hace mucho tiempo", incidió García, en relación a los límites voluntarios de pesca que establecieron los cerqueros de la asociación y que redujeron sus datos históricos de capturas (en los que se basa precisamente la Administración para hacer los repartos). García apuntó además que la asociación solicitó ya una reunión con el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, y que exigirá otra también con la Consellería do Mar.

Acerga espera ahora el apoyo del resto de embarcaciones de cerco de la comunidad así como de otros segmentos de flota que sufren también la escasez y el "mal reparto" de las cuotas. Es el caso de los volanteros, que anunciaron en varias ocasiones que si finalmente se producía este amarre, sopesarían unirse a él. "Acabo de enterarme ahora mismo. Supongo que mañana [por hoy] mantendremos una reunión para decidir qué hacer", declaró ayer el armador cedeirense Ricardo Villar, que inició una acampada de representantes de unas quince embarcaciones de volanta el pasado día 21 de septiembre frente al edificio de la Xunta para exigir también más cuota para su sector, en este caso de merluza.