Los ganaderos gallegos ya han diseñado su hoja de ruta para la campaña del 20-D. Todo un calendario de movilizaciones como medida de presión al Gobierno para lograr precios dignos para los productores lácteos. Pese a las tractoradas del verano y las amenazas de boicot a la industria, el acuerdo lácteo suscrito hace dos meses no logró mejorar las tarifas que perciben los ganaderos de la comunidad, a la cola del ranking pese a concentrar casi la mitad de la producción láctea.

La campaña de los productores gallegos arrancó ayer en Santiago con el reparto de panfletos. Hoy está previsto que a las 12.00 horas haga esta entrega a los consumidores en el Alcampo de A Coruña. Si no logran avances en los próximos días, sopesan tomar de nuevo sus tractores en Compostela y A Coruña y boicotear a la distribución.

Tras una pancarta con el lema Pola economía do rural, loitemos polo sector lácteo, las organizaciones integradas en la Plataforma pola Defensa do Sector Lácteo se situaron ante el centro comercial de As Cancelas, en Santiago, para realizar una jornada "pedagógica" para informar a los consumidores de que comprar un cartón de leche por menos de 64 céntimos supone "un robo". Advirtieron además de que la subida entre tres y cinco céntimos que hicieron las distribuidoras a los ciudadanos no se tradujo en un incremento para los productores.

Aprovechando el acto en Santiago, representantes del sector lácteo también hicieron una rueda de prensa en el Concello, en la que también participó el alcalde, Martiño Noriega, para denunciar la situación de "extrema urgencia" que sigue asfixiando a los ganaderos en la comunidad.

Para el coordinador de la Organización de Productores Lácteos (OPL), Anxo Escariz, la coyuntura del sector en la comunidad es "cada vez más dramática", por lo que no puede esperar "a finales de diciembre" para obtener resultados como les reclaman desde las administraciones. Escariz denunció el incumplimiento del acuerdo lácteo firmado en Madrid hace dos meses, que para los ganaderos no fue un pacto histórico como proclamaba el Gobierno central y la Xunta, sino más bien un "histórico fiasco".

Dos meses después de la firma del convenio entre los diferentes eslabones de la cadena láctea, los productores gallegos advierten de que no hubo "ningún intento" de trasladar la subida del precio de la leche a los ganaderos, a pesar de que ésta sí que ha repercutido sobre los consumidores.

De mantenerse esta situación, los productores gallegos recrudecerán sus protestas, aunque -reconocen- no quisieran llegar al nivel de septiembre, cuando una tractorada de varios días colapsó la capital gallega. Pero lo tienen claro. Si no fue "suficiente", habrá que "ir más allá", sentenció Escariz.

El secretario de Servizo de Unións Agrarias (UUAA), Óscar Pose, aseguró que todas las partes que rubricaron el acuerdo lácteo lo están incumpliendo, empezado por la Xunta y el Ministerio de Agricultura, que no cumplen su deber, al dejar que las condiciones pactadas no se estén llevando a cabo.

Los productores también lamentan que desde las instituciones están anunciando ante la opinión pública las entregas de nuevas ayudas al sector, y que esos mensajes son un "engaño", puesto que son las mismas subvenciones que reciben todos los años derivadas de la PAC, con lo cual "no es nuevo, y es para todos los países", cuestionaron. También cargan contra la industria y la distribución, que se están "aprovechando de la desgracia de los productores".

Esta es la semana que dan "de margen" para que se lleven a cabo medidas efectivas, en caso contrario las protestas irán "a más" con bloqueos y tractoradas ante las administraciones de la Xunta en Santiago, y de la Delegación del Gobierno en A Coruña, y también en grandes superficies comerciales.

El representante de Organización Rural, Tomás Díaz, reiteró que estas movilizaciones las realizan para "sobrevivir", porque parece que las administraciones solamente actúan con este tipo de presiones. Díaz concluyó que los ganaderos no "piden mucho", simplemente un trato justo que les permita a sus explotaciones ser viables, ya que, de darse a la quiebra todas, se pregunta "qué va a ser de las comarcas" de Galicia que viven de la leche, informa Efe.