La Consellería de Infraestruturas e Vivenda prepara un nuevo Plan de Seguridade Viaria con el que pretende reducir en 2020 un 40% las víctimas mortales en accidentes de tráfico. Para ello propondrán medidas dirigidas a mejorar las carreteras, apostar por vehículos más seguros, concienciar a los usuarios y agilizar la respuesta tras el siniestro.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, intervino ayer en una jornada para presentar el documento inicial de este plan para el periodo 2016-2020. Según concretó, el objetivo final es reducir un 50% los muertos en siniestros de trafico con respecto al año 2011 cuando la cifra de fallecidos ascendió a 142. Esto supondría rebajar las víctimas mortales a una media de setenta al año frente a las 112 con las que se cerró 2014, es decir, casi un 40% menos si se compara con el último año.

El nuevo plan tendrá cinco pilares básicos, según explicó la conselleira: "Optimizar la gestión de la seguridad viaria, alcanzar vías de tránsito y movilidad más seguras, apostar por vehículos más seguros, trabajar para conseguir usuarios de vías de tránsito más seguros y mejorar la respuesta tras el accidente". Y para ello se incidirá en el factor humano, los vehículos, las infraestructuras, la atención post-accidente y la educación.

Para la Xunta, la seguridad viaria -según Vázquez- es "una materia estratégica", ya que se centra en la integridad de las personas. En este sentido, destacó la importancia de hacer partícipe a la sociedad, escuchando sugestiones y valoraciones de cara a incorporarlas a la hoja de ruta que guiará la acción del Gobierno gallego en materia de seguridad viaria durante los próximos cuatro años.

"El propósito principal es que sea fruto del diálogo y de la participación y cuente con el máximo consenso", explicó. La conselleira precisó que además de tener en cuenta las mejoras de seguridad viaria aportadas desde las distintas consellerías, se están incorporando las aportaciones de los agentes sociales implicados: víctimas de tráfico, usuarios de las carreteras, autoescuelas, aseguradoras, sector del transporte, ciclistas y motoristas, así como la Asociación de Amigos del Camino, ingenieros, fabricantes de vehículos o representantes de centros médicos y psicotécnicos.