Los presupuestos de la Xunta para 2016, que alcanzan los 8.804,4 millones de euros -cifra un 4,3% superior a la de 2015- terminaron ayer su tramitación parlamentaria en comisión, de manera que el texto está ya listo para su debate y votación definitiva en el pleno del Parlamento cuya celebración se prevé para el próximo martes 22 de diciembre.

Después de incorporar, a lo largo de todo el proceso, solo "correcciones de carácter técnico", el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, acusó al Partido Popular de aplicar el "rodillo" de la mayoría sobre las más de 1.300 enmiendas que en conjunto planteó la oposición. En su último día de debate en comisión, los diputados del PP gallego rechazaron, con sus votos en contra, todas las enmiendas de la oposición.

PSdeG, Alternativa Galega de Esquerda y BNG, votaron, sin embargo, al unísono sus enmiendas por la existencia de coincidencias de "filosofía" y de "fondo" y anteponiendo que se trata de "fijar una posición política", en palabras del portavoz de AGE en la Cámara, Xosé Manuel Beiras.

Por su parte, el portavoz de los populares gallegos en el Pazo do Hórreo señaló lo "contradictorio" de que "algún grupo -en alusión al PSdeG- vote la enmienda de Alternativa que proponía un aumento de la deuda para incrementar los fondos disponibles.

El PP, según advirtió, no comparte ni el "criterio de subida de impuestos" que plantearon todos los grupos de la oposición "ni la vulneración del objetivo de estabilidad", fijado para el 0,3% en 2016, como solicitaba AGE. "Por este motivo no vamos a apoyar las enmiendas", justificaron.

El portavoz del PSOE en el debate, Juan Carlos González Santín, defendió varias enmiendas referidas a retirar dinero del fondo de contingencia para destinar, en primer lugar, a un plan de lucha contra el desempleo, "que se haría a través de los ayuntamientos". El portavoz popular le contestó al recurrir a la ley de régimen tributario que obliga a tener un fondo de contingencia para cubrir cualquier gasto que aparece de "una necesidad inaplazable" y por tanto, argumentó, no se puede cambiar este fondo.

El PSdeG indicó que su partido pretende pretendía dedicar otros dos millones a la cobertura de la protección social. El diputado socialista explicó que la propuesta de los socialistas pasa por incrementar los ingresos de la Xunta potenciando tributos como el IRPF y el impuesto sobre el patrimonio. El PSdeG planteó además modificar el sistema de financiación autonómica y lograr crecimiento con la recaudación de tributos como el de depósitos bancarios. Con estas medidas, Santín calcula que se lograrían 302 millones y apuntó que el objetivo de su partido es reducir gastos para aumentar la partida para servicios sociales.

El BNG, por su parte, recriminó a la Xunta que las cuentas gallegas apuesten "por políticas expansivas" y solo recuperen un 3,68% de "todo lo que recortaron los gobiernos de Núñez Feijóo". "Las consellerías con mayor peso en el gasto social crecen por debajo de la media y las medidas fiscales tienen un hondo carácter regresivo y electoralista", destacó el portavoz del Bloque en el Parlamento gallego, Francisco Jorquera, quien añadió que la Xunta no tiene ninguna estrategia para "cambiar el modelo productivo o desarrollar los sectores estratégicos".

Ya en la ronda de posicionamiento, Pedro Puy interpretó que la oposición pide "un incremento del gasto", que cifró en 242 millones en el Bloque, en 302 millones en el PSOE y 400 en AGE.