Ningún concello gallego es inmune al envejecimiento poblacional que cada año se acentúa más en Galicia. En cada rincón de la comunidad es más habitual ver a jubilados en los parques que a niños o a jóvenes debido a la caída continuada del número de nacimientos en los últimos años, pese a la leve recuperación en 2014. Galicia anotó el año pasado el peor saldo vegetativo de España -la diferencia entre alumbramientos y defunciones- con la pérdida de 10.299 habitantes. Este descenso se nota también en el índice que representan las franjas de los extremos de la pirámide de población. De los 2,7 millones de habitantes en Galicia, unos 280.664 -apenas el 10%- tienen menos de 16 años, mientras que 648.045 personas ya están en edad de jubilación y superan los 65 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los jubilados son por tanto más del doble que los más jóvenes.

En las provincias del interior el índice de población en las primeras franjas de edad es igual que a la media autonómica pero en las del litoral esta proporción es un poco mayor con un 12% que representan los jóvenes de A Coruña y el 14% de los de Pontevedra. De la misma forma, en la provincia coruñesa y en la pontevedresa los jubilados suponen la quinta parte del total de los vecinos y tanto en Lugo como en Ourense el porcentaje alcanza el 30%. En las cuatro provincias, el número de habitantes del pico de la pirámide supera a los de la base. Los 145.227 jóvenes coruñeses y los 133.166 pontevedreses son casi la mitad de los pensionistas. Por otra parte, los 97.178 jubilados lucenses y los 96.533 ourensanos suponen casi el triple respecto a los jóvenes.

En cuanto a las ciudades, Pontevedra y Vigo son las que más pueden presumir de juventud pese a que la población entre 0 y 16 años no es más del 15%. Aún así, supera al 13% que este grupo representa en las urbes de Santiago y Lugo, un punto más que en Ourense y dos por encima de A Coruña y Ferrol, que con un 11% de jóvenes cierran la lista. Estas dos últimas no solo son las que tienen menos empadronados menores de 16 años, sino que además la proporción de mayores de 65 ronda el 25%, al igual que ocurre en Ourense. Este dato se reduce al 20% en Santiago, Lugo y Vigo y al 18% en Pontevedra. En números absolutos, la juventud se concentra en las ciudades de A Coruña y Vigo con 31.183 y 41.311 casos respectivamente y entre ambas acaparan el la cuarta parte de la suma de las siete grandes urbes.

En seis de cada diez ayuntamientos gallegos apenas el 10% del padrón son vecinos que no han cumplido la mayoría de edad. Esta situación afecta a 185 municipios, 37 de ellos de A Coruña que son el 40% del total de la provincia. El índice se reduce hasta el 5% en Mañón, Sobrado y Santiso. En una docena de localidades pontevedresas, la quinta parte del total, los jóvenes no llegan al 10% del total de la población. Pero es con diferencia el interior la zona más perjudicada por la falta de relevo generacional. En 55 de los 67 ayuntamientos de Lugo -el 82%- se repite esta situación. La mayor sangría se da en Ourense con 80 municipios con pocos jóvenes, el 86%.

El envejecimiento se aprecia también en las últimas franjas de edad y en siete de cada diez ayuntamientos los jubilados suponen más de la cuarta parte de los habitantes. En más del 90% de los concellos tanto de Lugo como de Ourense los mayores de 65 son más del 25% del padrón. La media autonómica se reduce gracias a las provincias atlánticas porque solo en el 63% de los municipios coruñeses los pensionistas superan ese índice, igual que en el 30% de los pontevedreses.

En localidades ourensanas como Calvos de Randín, Lobeira, Parada de Sil, A Teixeira y San Xoán de Río el envejecimiento es tan acusado que los jubilados acaparan la mitad del censo. Cerdedo y Forcarei son los ejemplos más llamativos de Pontevedra, con el 40% de empadronados mayores de 65 años, la misma proporción que en una treintena de concellos de Lugo. En A Coruña la horquilla se reduce y no hay ningún concello donde las personas de edad más avanzada copen entre el 40% y el 50% de la población municipal. Los datos más altos en la provincia coruñesa se registran en 11 ayuntamientos en los que el 35% de los vecinos tienen más 65 años. Se trata de A Baña, Boimorto, Carnota, Cerdido, Irixoa, Mañón, Moeche, Ortigueira, Santiso, Sobrado y Vilasantar.