Ni una de las siete ciudades gallegas escapa de la merma de población que acusa en general la comunidad pese a que las zonas del rural sean las más golpeadas por la demografía. Si el año pasado las noticias, al menos, eran buenas para Pontevedra, esta vez todas las ciudades registran números rojos con respecto a enero de 2014. La que más lo nota, en términos porcentuales, es Ferrol, que pierde un 1,3% de sus habitantes, al reducir su padrón en 937 personas. No obstante, en números absolutos le gana A Coruña, que pese a que reduce el número de sus ciudadanos solo un 0,38%, tiene que restar tres vecinos más, hasta 940.

Les sigue en la lista Vigo, donde el padrón borró 899 inscritos, aunque en la práctica represente solo una caída del 0,3%, la más baja registrada entre las urbes gallegas con la excepción de Santiago. La capital gallega es la que experimenta un mejor comportamiento, si bien no lo suficiente para escapar de la corriente negativa: en un año, hasta 188 compostelanos menos en el padrón, lo que representa una caída de población del 0,2%.

En relación a Pontevedra, que el año pasado se salvaba por los pelos (ganaba solo 12 habitantes con respecto al año anterior), esta vez se enfrenta a una reducción del 0,49%, lo que se traduce en 407 empadronados menos.

Pero las cifras de Lugo y Ourense todavía son peores que las de la ciudad del Lérez. En la primera, la mengua de habitantes se cifra en 426 (un 0,43% menos), mientras que en la segunda el recorte asciende a 674 personas, lo que representa una reducción del padrón del 0,63%, el segundo porcentaje más alto de las ciudades gallegas, solo superado por Ferrol.

Con todo, si lo que se analiza son las ciudades capital de provincia de todo el país, para encontrar la ciudad de As Burgas en el ranking de las que más población pierden (porcentualmente) hay que llegar hasta el puesto 19º. La líder de esa clasificación es León, con una caída de del 1,34%.