La Universidade de Santiago ya está autorizada para operar con aeronaves pilotadas por control remoto, los llamados drones, después de conseguir la pertinente habilitación expedida por la Agencia Espacial de Seguridad Aérea (AESA), que es el organismo público responsable de regular en el territorio nacional las operaciones con aeronaves de hasta 150 kilos.

La solicitud de habilitación de la USC como organismo público autorizado surgió en el marco del proyecto de investigación Modelización espacio temporal del estado de conservación de hábitats mediante imágenes de muy alta resolución adquiridas por Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT), financiado por la Xunta de Galicia y dirigido por el profesor del Departamento de Botánica de la USC Ramón Alberto Díaz Varela.

"Conseguir este reconocimiento legal de la USC como operador de drones es un hito importante para la institución, ya que hay mucho interés en este tipo de tecnología en el campo de la docencia, en muy diversos campos y futuras líneas de investigación", asegura el ingeniero La USC tiene varios drones en su haber pero, por el momento, la habilitación corresponde solo a uno de ellos.

Esta habilitación, permite a los investigadores emplear las aeronaves en la realización de tareas de investigación y desarrollo, así como para hacer fotografías, filmaciones y labores de topografía y fotogrametría, exploración meteorológica, marítima, geológica, petrolífera o arqueológica.

"Tenemos que respetar unas normas muy estrictas de seguridad como no volar sobre aglomeraciones de personas, una altura máxima de 120 metros y mantener siempre el aparato al alcance visual del piloto", apunta el ingeniero de Montes y profesor.

Estructura, biomasa o daños

En concreto, los drones permiten en el proyecto de la USC -cuyo plazo de desarrollo finaliza en 2017- conseguir imágenes multiespectrales de muy alta resolución "que servirán de base para luego realizar un seguimiento detallado de aspectos como la estructura, biomasa, productividad neta o daños y nivel de estrés de la vegetación", señala Díaz Varela. Especialmente están trabajando en la montaña lucense, aunque próximamente ampliarán sus análisis a otras zonas de Galicia.

"La información generada permitirá el diagnóstico y valoración del estado de conservación de hábitats para su empleo en el diseño de medidas de conservación y gestión en un contexto de cambios globales", añade este investigador de la Universidade de Santiago, quien entiende que la experiencia adquirida se podrá extrapolar a otros campos como son el seguimiento y gestión de sistemas agrícolas o forestales.

Los drones emergieron en los últimos años con fuerza como una alternativa a las plataformas tradicionales para la percepción remota, como aviones o satélites, por su versatilidad y ventajosa relación coste calidad de la información generada. "Nosotros hasta ahora utilizábamos el satélite para adquirir las imágenes que nos permitieran analizar la evolución de los ecosistemas, pero la calidad que nos ofrece el dron es muchísimo mejor y, además, nos permite tener el control en toda la cadena productiva ", concluye el investigador.