Como en el caso de los test de alcoholemia, los de drogas son obligatorios para los conductores que sean requeridos por los agentes. Quienes se nieguen a realizarlo se enfrentan a una pena de prisión que oscila entre los seis meses a un año y la privación del derecho de conducir entre uno y cuatro años. Los automovilistas que den positivo tendrán que abonar una multa de 1.000 euros y además le serán retirados seis puntos del permiso de conducir.

ESaliva. Si el agente de la Guardia Civil que da el alto a un vehículo en un control observa síntomas de que el conductor ha podido consumir drogas (temblores o inquietud) es cometido a un test de saliva para comprobar la presencia de sustancias ilegales.

EPositivo. Si la prueba realizada da positivo, se toma una segunda muestra de saliva.

ELaboratorio. Los resultados de esta prueba se envían al laboratorio toxicológico, con cadena de custodia para garantizar que durante el transporte no sufra manipulación alguna. Ahí se realiza la denominada prueba evidencial. O lo que es lo mismo, se confirma la sustancia ingerida y su cantidad.

EAnálisis. Los resultados del laboratorio se unen al informe de la Guardia Civil y se inicia el expediente sancionador, bien vía administrativa o judicial. La mayoría de los narcotest realizados a conductores en la comunidad gallega se quedan en una multa.