Más comidas de empresa, cenas con amigos y salidas nocturnas en las fiestas de Navidad. En esta época del año en la que el consumo de alcohol y también de drogas aumenta, Tráfico ha puesto en marcha una campaña de vigilancia con más de 2.500 pruebas de alcohol y narcotest diarios en las carreteras gallegas. Y es que por mucho que se insista desde la DGT en el mensaje de si bebes, no conduzcas, miles de automovilistas se siguen poniendo al volante con una copa de más o tras haber consumido algún estupefaciente.

El consumo de alcohol es la segunda infracción que acarrea más sanciones en la red viaria gallega, por detrás de la velocidad. Pero las alarmas en Tráfico se dispararon todavía más el año pasado, ya que Galicia se convirtió en la segunda comunidad con más alcoholemias y en la tercera por consumo de drogas al volante. A una semana de las fiestas navideñas, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil reforzaron los controles de alcoholemia y los narcotest en las carreteras gallegas, en especial en las zonas de ocio nocturno. El balance entre enero y octubre de este año revela un descenso en los positivos por alcohol, aunque también hay que destacar que el número de pruebas se redujeron. Por el contrario, la cifra de sorprendidos bajo los efectos de psicotrópicos superó los 2.500 casos: una media de ocho cada día. Son el triple de positivos que los 764 detectados en el mismo periodo del año pasado.

Ese repunte se debe al aumento de controles exprés sobre el consumo de drogas, que casi se quintuplicaron, al pasar de 1.366 entre enero y octubre del año pasado a más de 6.300 en el mismo periodo de este ejercicio. Cuatro de cada diez conductores sometidos a estas pruebas en los primeros diez meses del año en las carreteras gallegas dieron positivo. A Coruña es la provincia gallega con la tasa más elevada: de los 1.116 automovilistas controlados habían ingerido drogas unos 603, lo que supone el 54% del total. El porcentaje más bajo es más bajo en Lugo con 171 interceptados, el 30% de los 560 sometidos al narcotest. Y en Ourense y Pontevedra, los positivos rozan el 37% con 670 y 1.117 casos respectivamente. En la provincia pontevedresa se concentraron, de hecho, la mitad de los controles.

En las carreteras coruñesas los agentes interceptados entre enero y octubre el doble de personas al volante tras haber consumido estupefacientes. Este incremento en positivos por drogas en comparación con 2014 se eleva al triple -igual que a nivel autonómico- en Ourense y se multiplica por cuatro en Pontevedra y Lugo.

En cuanto a las pruebas de alcoholemia, las patrullas de Tráfico realizaron este año en Galicia un total de 509.105, un 20% menos que los 642.246 del año pasado. Ese descenso explica que el número de positivos entre enero y octubre bajase en un 16%, al pasar de los 11.200 detectados en 2014 a los 9.407 este ejercicio. Esta cifra representa un 1,84% respecto a los test realizados, por encima del 1,74% de 2014. Las carreteras de A Coruña y Pontevedra registraron el mayor número de conductores que excedían la tasa de alcohol permitida: 3.575 y 3.644 positivos en cada caso. En ambas provincias se redujo el número de alcoholemias, a pesar de que se practicaron más pruebas, mientras que los 1.355 automovilistas denuncias en Lugo y los 833 en Ourense son un 13% y un 17% menos pero también por la reducción de test practicados.

Con una cerveza o copa de más al volante, el tiempo de reacción aumenta, aparecen los problemas de visión, la somnolencia, excitabilidad, pérdida de control y problemas de coordinación. Esta pérdida de capacidad que provoca el consumo de alcohol, según apuntan los expertos, llega a multiplicar pro nueve el riesgo de accidente. Y los datos de los accidentes de tráfico así lo confirman: el alcohol está detrás de uno de cada tres siniestros mortales.

Pese a que la cifra de alcoholemias se mantiene estable, conducir bajo los efectos del alcohol es un factor determinante en un tercio de los accidentes mortales de circulación. Cuatro de cada diez conductores fallecidos el año pasado en un siniestro de tráfico excedían la tasa de alcohol de 0,3 gramos por litro.

La jefa de Tráfico en A Coruña y responsable de la DGT en Galicia, Victoria Gómez Dobarro, y el fiscal delegado de Seguridad Vial, Carlos Gil, advertían recientemente en declaraciones a este diario de que las infracciones o delitos por alcoholemia son las más difíciles de corregir porque no hay percepción del riesgo y hay una cultura de aceptación del alcohol unida a la conducción que no se resuelve con medidas represivas sino educativas. Eso explica que el endurecimiento de las sanciones o incluso la retirada del carné -las infracciones por exceder la tasa de alcohol o conducir tras ingerir drogas se traduce en multas de hasta 1.000 euros y la pérdida de hasta seis puntos- no disuadan a los conductores de consumir alcohol o drogas al volante.

El jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano, destaca que lo más efectivo es retirar la licencia para conducir, aunque avisa de que lo más importante es evitar que quien tiene un problema con el alcohol o las drogas coja el coche y los que tengan dependencia de estas sustancias se sometan a un plan de rehabilitación. De lo contrario, solo queda el ingreso en prisión.

Con la vista puesta en estas fiestas navideñas, el teniente coronel Molano aconseja el uso del transporte público o los servicio de taxi o, en su defecto, apostar por la figura del conductor alternativo, eligiendo dentro del grupo a alguien que no haya consumido 'y que pueda ponerse al volante sin riesgo para uno mismo y para los demás usuarios.