Las partidas de los presupuestos autonómicos que la Xunta destina a los emigrantes gallegos en el exterior han sido de las que más se han visto mermadas por los recortes durante la crisis. Pero desde este año la tendencia empieza a cambiar al mantenerse la cuantía de 2014 en casi todos los programas de ayudas y al anunciar el Ejecutivo autonómico un aumento del 8% en la cantidad asignada a la Dirección Xeral de Emigración para el año que viene, al pasar de 3,8 a 4,1 millones. El departamento autonómico concede cada año ayudas a los gallegos residentes en el exterior que atraviesan más dificultades económicas y a los que tienen proyecto de retorno además de apoyo para mantener las asociaciones que pusieron en marcha en los países de acogida.

El programa de ayudas individuales a residentes en el exterior es la línea en la que se concentran la mayoría de los fondos y desde 2013 la cifra se ha mantenido estable con dos millones de euros. En la actualidad son 350.000 euros menos que los 2,3 millones asignados hace cinco años, lo que supone una reducción del 15%. En 2011 la asignación fue de 2,1 millones, una cantidad que se redujo en otros 100.000 euros al año siguiente permaneciendo invariable desde entonces. Estas subvenciones están destinadas a cubrir las necesidades básicas y de atención sociosanitaria de los gallegos residentes en el extranjero con nacionalidad española y sus hijos mayores de 18 años y nietos. La Xunta considera como supuestos de necesidad los casos de dependencia o enfermedad grave del solicitante o familiares y la falta de medios para comprar medicamentos y costear tratamientos de patologías crónicas con un coste elevado y también contempla ayudas para mujeres que sufran violencia de género o si en la unidad familiar se atraviesan situaciones de precariedad o desempleo.

El mayor recorte en los años de crisis se aplicó a las ayudas extraordinarias dedicadas a emigrantes retornados y a sus familiares. Aunque este año se mantuvieron los 100.000 euros de 2014, la cifra bajó un 42% respecto a los 170.000 que se repartieron para los beneficiarios de este programa en 2013 y en comparación con 2010 se redujo el presupuesto a la mitad. Además de la reducción de la cuantía en los últimos cinco años y desde el inicio de la crisis, Emigración restringió las subvenciones desde el año pasado al aplicar criterios más restrictivos. El programa solo cubre a los emigrantes gallegos y a sus cónyuges e hijos, pero excluye a los parientes consanguíneos de segundo grado -abuelos, nietos y hermanos- así como a sus huérfanos y viudos, familiares que hasta 2013 sí que podían ser beneficiarios.

La Xunta también sufraga proyectos de actuación a favor de entidades gallegas en el exterior, una partida que recibió 900.000 euros tanto en 2015 como en 2014 y a diferencia de la mayoría de las líneas de ayuda registró un incremento frente a la cantidad reservada en 2013, en concreto 100.000 euros más. En la partida de este año se reparte el montante total en tres proyectos: 350.000 euros para gastos de funcionamiento de entidades gallegas en el exterior; 450.000 euros para proyectos culturales, sociales, de acciones informativas y orientados a la juventud; y 100.000 euros que se invertirán en acciones de "especial relevancia" promovidas por comunidades gallegas.