Durante la crisis, el rural gallego se ha convertido en un refugio en el que aliviar la escasez de empleo que había en las ciudades. El campo no ha sufrido con la misma fuerza los embates de la caída de producción, falta de demanda y ausencia de crédito que padecieron otros sectores como, por ejemplo, el de la construcción. Muchos gallegos retornaron al rural en estos años de crisis o simplemente optaron por una nueva forma de vida más cerca de la naturaleza. Sin embargo, no han sido suficientes para contrarrestar la sangría de población que asola a estas zonas por la marcha de los más jóvenes y el envejecimiento de sus habitantes.

Pese a la llegada de nuevos vecinos empujados por la recesión, la población del rural en Galicia ha seguido cayendo. Y ha disminuido más que en cualquier otra comunidad: un 7,3% entre 2008 y 2014. O lo que es lo mismo 25 personas menos cada día, según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente.

La población que vivía en alguno de los 230 ayuntamientos gallegos del rural a finales de 2014 sumaba 750.719 personas, una cifra que supone más de una cuarta parte (27,2%) del total de los habitantes de la comunidad. En el arranque de la crisis, en 2008, eran 805.000. La disminución ha sido de 55.000 personas, el 7,35%, un porcentaje que se queda por encima de la media nacional: 2%.

Según Medio Ambiente, un ayuntamiento se considera rural cuando tiene una población inferior a los 30.000 habitantes y una densidad por debajo de los 100 vecinos por kilómetro cuadrado.

Comunidades

Tras Galicia, que es la comunidad que lidera el descenso de población en el rural, aparecen Asturias con una caída del 5,8%, Castilla y León con el 5%, La Rioja con el 4% y Extremadura con el 3,5%. La caída en estas cinco autonomías arrastra hacia abajo a la media nacional, pese a que en otros siete territorios se ha producido un incremento en su padrón desde 2008. En Madrid el aumento fue del 8,7%, seguida de Canarias con el 5%, Baleares con el 4,8% y País Vasco con el 4,4%.

El Ministerio de Medio Ambiente también categoriza los municipios rurales de pequeño tamaño, que son los que poseen menos de 5.000 habitantes y están integrados en el medio rural. En este caso, en Galicia existen 184 en el que viven 382.022 personas, el 14% de la población de la comunidad. El número de habitantes entre 2008 y 2014 en este ámbito disminuyó un 10,3%, también el mayor porcentaje de toda España. Solo se acerca a esta cifra Aragón con un -7%.

Lejos de detenerse está sangría de población, aumenta más cada año. La comunidad gallega pasó de perder un 2,4% de su población rural entre 2008 y 2011 al 7,3% en la actualidad. En caso de los concellos más pequeños, el descenso ha pasado del 4% al 10,3%.

Medio Ambiente también realiza en su informe un análisis de la estructura demográfica del medio rural para intentar explicar esta sangría poblacional. Uno de los rasgos más relevantes, según destaca el estudio, es "su elevado grado de masculinización". "Mientras que las mujeres representan 50,9% del total de la población española, en los municipios rurales este porcentaje baja hasta el 49,1%, cifra que se reduce hasta el 48,6% en los municipios rurales de pequeño tamaño", señala. En el caso gallego se agravan estas cifras. Las mujeres representan el 51,7% de la población de Galicia, pero caen hasta el 49,8% en los concellos rurales y hasta el 48,6% en los de menor tamaño.

Pero sobre todo, explica el Informe Anual de Indicadores de Medio Ambiente el mayor problema de la población rural es su envejecimiento, con "un peso proporcional de los mayores de 65 años por encima de la media y una menor presencia de jóvenes". Medio Ambiente destaca el caso de Galicia. "La población gallega presenta un nivel de envejecimiento superior a la media, sobre todo en el medio rural", apunta.

La proporción de habitantes con más de 65 años (23,6%) casi duplica la de menores de 16 años (12,6%). En el medio rural, el 31,7% de los habitantes son mayores de 65 años y solo un 9,2% tienen menos de 16.

"La situación es muy significativa en los municipios rurales de pequeño tamaño, en los que solo el 7,4% de sus habitantes tiene menos de 16 años mientras que la cifra de mayores de 65 escala hasta el 35,5%", destaca el estudio, que advierte además de que la tasa de población mayor de 65 años aumentó en todas las comunidades entre 2008 y 2014. Galicia, Asturias y Castilla y León presentan un mayor grado de envejecimiento, con tasas cercanas al 24%, señala el informe.

Si se analizan solo los municipios rurales, los mayores aumentos se registran en las Islas Canarias, Galicia y Comunidad Valenciana. Al restringir a los municipios rurales de menor tamaño, también las Canarias, Galicia y Comunidad Valenciana además de Asturias son los territorios que más han envejecido en estos años.

Como consecuencia de este declive demográfico, cada vez hay menos personas trabajando en el campo. Desde 1980 a 2014 el número de ocupados en España en el sector primario se ha reducido en un millón y medio de personas, desde 2.209.000 hasta 736.000. Galicia, Andalucía y Castilla y León suponen más del 50% de este descenso. En la comunidad gallega, la cifra casi ha disminuido en dos tercios desde 2000. Entonces había 171.696 puestos de trabajo en el sector primario. En el tercer trimestre de 2015, según los últimos datos disponibles, solo 65.000.

Y mientras en 1977, el 45% de los ocupados trabajaban en el sector primario, en 2014 lo hacía solo el 6,6%. En el sector servicios ha sucedido lo contrario: pasó de emplear al 28,5% de los trabajadores en 1997 al 70% en 2014.

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