La lluvia recibió 2016 y en las dos primeras semanas de este año apenas ha cesado. El sol salió ayer y también lucirá hoy pero mañana volverá una nueva borrasca como las que estos días ha obligado a activar las alertas por fuertes precipitaciones y vientos que dejaron más de 1.200 incidencias en la comunidad. Este inicio de año contrasta con el balance meteorológico anual de 2015, que según resumió ayer la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, se situó como uno de los más cálidos y secos de la historia reciente de Galicia. En cuanto a las temperaturas, con 14 grados de media, se convirtió en el quinto año más cálido de los últimos 30 años. Y respecto a las precipitaciones, la cantidad de agua recogida -unos 982 litros por metro cuadrado- 2015 se coloca como el ejercicio menos lluvioso desde 2007.

Del año pasado solo se pueden considerar como meses fríos febrero y septiembre, mientras que enero, marzo y agosto se movieron en los valores medios para cada mes. Como cálidos el Laboratorio de Medio Ambiente de Galicia clasificó los siete meses restantes -abril, mayo, junio, julio, octubre y noviembre- que superaron entre medio grado y tres grados la media del periodo 1971-2000.

De entre los siete meses que rebasan la media, cuatro lo hacen en más de dos grados -abril, junio, noviembre y diciembre- mientras que en el caso de abril y diciembre los valores habituales se desviaron en más de tres grados, por lo que se consideran "muy cálidos". Ninguno de los siete meses con temperaturas más altas de lo habitual se sitúan en la época estival sino en la primavera o el otoño. La primavera del año pasado fue, de hecho, fue la segunda más cálida desde 1997. Lo mismo ocurrió en otoño, ya que en noviembre el mercurio alcanzó en ciudades como A Coruña y Ourense marcas históricas de máximas.

También en siete de los doce meses del pasado año se registraron precipitaciones entre un 10% y un 70% por debajo de lo habitual. Solo enero y septiembre se consideran meses "normales", mientras que agosto y octubre se clasifican como húmedos al llover entre un 10% y 90% por encima de lo normal.

El 2015 se despidió hace dos semanas dejando un invierno seco y frío al que dio paso la primavera con menos lluvias de los últimos 25 años, un verano cálido con diferencias entre un junio sin apenas precipitaciones y un agosto bastante lluvioso, y un otoño con pocas lluvias y temperaturas más bien veraniegas.

Mato destacó ayer datos llamativos como los 20 grados de máxima a los que llegó el termómetro en plenas navidades, que convirtió al pasado diciembre al más cálido desde que se empezaron a tomar estadísticas en 1961. Las mínimas el mes pasado también se situaron 4,5 grados por encima de la media y rondaron los 14 grados en la costa.

La tónica en lo que va de 2016 es muy distinta y los temporales han causado inundaciones, desbordamientos de ríos y desprendimientos que suman más de un millar de incidencias. La gestión de la Xunta ante estos problemas acarreó ayer las críticas de la responsable del área institucional del grupo socialista, Marisol Soneira, quien acusó al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, de "estar de oyente" ante los daños de temporales por no aprobar el jueves en el Consello "ninguna medida para paliar los destrozos". Por otra parte, el Gobierno central aprobó ayer en el Consejo de Ministros el primer Plan de Gestión de Riesgo de Inundación para la demarcación Galicia-Costa.