La compraventa de viviendas ha sido y es el mejor termómetro para conocer la salud de la economía. La crisis provocó que la venta de casas se contrajese más de la mitad entre 2007 y 2014. Ahora que la situación empieza a mejorar también los gallegos se animan a adquirir pisos. En 2015, por primera vez en los últimos cuatro años, hubo un aumento de las transacciones con respecto a un ejercicio antes. Y las culpables de este repunte son las operaciones de viviendas usadas que crecieron un 26%, mientras que las de las nuevas cayeron un 16%.

El mercado inmobiliario vuelve a la senda positiva al mejorar la confianza de los compradores, pero sobre todo porque los precios son muy bajos -están en niveles de hace diez años- y los bancos

ya empiezan a dar más hipotecas. Solo en los 10 primeros meses de 2015 -últimos datos disponibles- se formalizó el mismo número de hipotecas que en todo el año anterior.

En 2015, la compraventa volvió a tasas positivas tras cuatro años de caídas. Creció un 3,9%, siete puntos por debajo de la media nacional, según los datos que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística. Cuando explotó la burbuja inmobiliaria, sus consecuencias tardaron en llegar a la comunidad gallega, por lo que la recuperación también será más lenta en Galicia.

Caída del 45% en cuatro años

En esos cuatro años el mercado inmobiliario ha caído un 45%. El peor ejercicio fue 2011 con un desplome del 27,1%. En 2012 y 2013 aún se registraron descensos de dos dígitos (11,5% y 13,2%), mientras que en 2014 la bajada se moderó hasta el 4,7%.

La compraventa de viviendas pisó el acelerador el año pasado en un contexto de precios bajos, aunque los expertos creen que la corrección ya ha tocado suelo e irán subiendo de forma moderada. En el tercer trimestre, los precios crecieron un 2,5%.

Durante el año pasado se intercambiaron en Galicia 12.431 viviendas, a razón de 34 al día. Esta cifra representa menos de la mitad que las contabilizadas antes del inicio de la crisis, en 2007, cuando se compraron 28.830.

El repunte de la compraventa de pisos se ha debido al gran crecimiento experimentado por las operaciones sobre casas de segunda mano, que se dispararon un 26,8%, hasta las 7.186, su cifra más elevada desde 2010. Por el contrario, las operaciones sobre viviendas nuevas retrocedieron un 16,2%, hasta sumar 5.245, el número más bajo desde 2007.

Las viviendas de segunda mano son las que tiran del mercado inmobiliario, ya que las transacciones de las nuevas están prácticamente paralizadas. Aunque el stock en Galicia es muy pequeño y en las grandes ciudades ya comienza a haber demanda de pisos nuevos, la ausencia de nuevas construcciones durante estos años ha provocado que apenas haya oferta.

A nivel provincial, en 2015 se produjo un incremento en A Coruña, Ourense y Pontevedra, y un descenso en Lugo. En A Coruña fue donde hubo más transacciones, 5.250, pero fue la tercera con mayor subida (2,4%). Pontevedra fue la segunda con más compraventas (4.120) y la que más creció (9,4%). Le siguió Ourense con el 8,2% (1.259 operaciones). Lugo fue la única de las cuatro en la que bajó la venta de pisos, un 5,8%, hasta las 1.802.

Por el régimen de las casas, la práctica totalidad de las compras registradas el pasado ejercicio (11.781) se correspondieron con vivienda libre (el 94,7%), frente a 650 protegidas (5,2%).