Planos, cámaras fotográficas e imágenes aéreas han permitido a los inspectores de Hacienda sacar a la luz galpones, garajes, piscinas, terrazas, jardines y hasta áticos que estaban sin declararHacienda sin declarar. Su labor de rastreo ya concluyó en un total de 90 ayuntamientos gallegos, en los que destaparon casi 106.000 inmuebles que no estaban dados de alta en el Catastro y por los que sus propietarios hasta ahora no pagaban el IBI. De estos 90 concellos en los que finalizó el plan de regularización, 24 son de A Coruña. Hasta un total de 26.216 bienes ocultos fueron descubiertos en los municipios coruñeses donde los inspectores dieron ya por concluido el trabajo de campo -Ares, Bergondo, Cabana de Bergantiños, Cabanas, Cariño, Carnota, Carral, Coristanco, Fene, Irixoa, A Laracha, Malpica, Mañón, Melide, Mugardos, A Pobra do Caramiñal, Ribeira, Sada, Tordoia, Valdoviño, Vedra y Vimianzo-. Un volumen de edificaciones y reformas sin declarar que ya fueron notificadas a sus propietarios y que permitirán elevar en más de 11 millones la recaudación por el IBI en el conjunto de estos ayuntamientos de la provincia coruñesa. O lo que es lo mismo, uno de cada cuatro bienes que ha hecho aflorar el Catastro en Galicia están en la provincia de A Coruña.

Pontevedra concentra la cifra más baja de irregularidades descubiertas: 12.941 en los 15 ayuntamientos donde ya concluyó la inspección. La actualización del Catastro en Arbo, Bueu, Campo Lameiro, A Cañiza, Catoira, O Covelo, Fornelos de Montes, Meis, Moraña, Pazos de Borbén, Ponteareas, Ponte Caldelas, Salceda de Caselas, Tomiño y Vila de Cruces permitirá a estos municipios una recaudación extra en el IBI de más de 5,5 millones de euros, más del 12% del conjunto de la comunidad.

Ourense fue la provincia gallega donde más ayuntamientos fueron peinados por los inspectores de Hacienda: un total de 27. Sin embargo fue en Lugo, con el rastreo ya concluido en 24 municipios, donde fueron destapados más bienes sin declarar: más de 49.500, casi la mitad de todos los identificados en los 90 concellos gallegos donde ya finalizó el plan de regularización. En el caso de Lugo, este rastreo incrementará los ingresos en las arcas municipales en 21,23 millones.

En Ourense, el número de inmuebles regularizados en 27 ayuntamientos donde ya finalizó la inspección asciende a 17.260 (el 16% del total en Galicia), lo que implica una recaudación adicional para el conjunto de estos municipios de más de 7,4 millones.

Los ayuntamientos no serán la única administración que recibirán una inyección económica con la actualización del Catastro. El Ministerio de Hacienda, también ya que por cada regularización cobrará una tasa de 60 euros. Bien es cierto que los municipios serán los que tendrán un mayor volumen de ingresos, ya que podrán reclamar a los propietarios el correspondiente pago del IBI de los últimos cuatro años junto con el recargo por esa superficie u obra nueva que antes no figuraba en la base de datos del Catastro. Con este plan de regularización se potenciarán los ingresos de los concellos a través de la conocida como contribución, que de media supone el 44% de la recaudación ordinaria de las administraciones locales.

La regularización de estos inmuebles, según el Catastro, supuso un incremento medio en cada recibo del IBI de 126 euros por cada inmueble. Una cantidad a las que hay que sumar otros 303 euros en concepto de atrasos no prescritos por no haber pagado el impuesto en los años anteriores.

La semana pasada, el Ministerio de Hacienda incorporó a la lista de concellos a inspeccionar a un total de 46, una cifra que eleva a 237 los ayuntamientos gallegos bajo la inspección de la Dirección General del Catastro.