Los juzgados gallegos recibieron menos volumen de trabajo en 2015. Por primera vez en los últimos nueve años entraron en los órganos judiciales de la comunidad menos de 450.000 pleitos (un total de 442.941). O lo que es lo mismo, 1.213 por día. Hay que remontarse a 2007 para encontrar una cifra inferior (426.176). En los años centrales de la crisis (2009, 2010 y 2011), la cifra de asuntos superó el medio millón y de media entraban al día casi 1.400. Con respecto a 2014, el descenso fue del 5,8%.

La mejoría de la situación económica ha provocado que los litigios relacionados con los pleitos por despidos, concursos de acreedores, deudas, impagos o desahucios reduzcan su número y con ello caiga la cifra de nuevos asuntos que entran en los juzgados. La llegada de causas bajó en todas las jurisdicciones: Civil, Penal, Contencioso y Social.

Como consecuencia, la tasa de litigiosidad, que mide el número de asuntos registrados por cada 1.000 habitantes, cayó un 5,3% y se quedó en 162,1, 17 puntos por debajo de la media nacional. Por jurisdicciones, Penal y Contencioso se situaron por debajo de la media, y Civil y Social, por encima. En esta última, solo Asturias superó a los juzgados gallegos.

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Cayó el número de litigios y la tasa de litigiosidad y aumentó el índice de resolución -un 1,2% con respecto a 2014-, pese a la congelación de las plantillas desde el arranque de la crisis. Los jueces gallegos resolvieron el año pasado 453.003 asuntos, lo que supone una media de 1.762 causas por órgano judicial, según se desprende de los datos difundidos ayer por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Menos litigios pendientes

Como consecuencia del aumento de las resoluciones de los jueces pero, sobre todo, por el descenso cercano al 6% de los litigios que entraron en los juzgados gallegos y la bajada del 5,3% de la tasa de litigiosidad, los órganos judiciales de la comunidad cerraron el pasado año con 136.330 asuntos en trámite, un 10,3% menos que a comienzos de 2015, cuando había 152.032. Es el cuarto año consecutivo en el que disminuyen los litigios pendientes de resolver.

El descenso de la carga de trabajo en los juzgados de la comunidad permitió a los jueces dedicar más tiempo a la bolsa de asuntos que aún estaban pendientes, que entre 2008 y 2010 sumó 34.000 litigios nuevos.

La tasa de pendencia, que refleja el número de pleitos que hay pendientes frente a los que han sido resueltos, también descendió durante el pasado ejercicio. Lo hizo un 5,9%. Pese a ello, Galicia sigue entre las cinco comunidades con la tasa más alta. Solo la superan Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana. Los juzgados gallegos de lo Social son los cuartos de España con la tasa más alta, por detrás de los de Baleares, Murcia y Valencia. Esta tasa cerró en Galicia en 0,30. Es decir, de cada 100 pleitos que fueron resueltos, 30 quedaron pendientes.

La parte positiva del resumen judicial de 2015 en Galicia es que bajaron los asuntos que entraron nuevos y los que quedan por resolver para 2016, pero la mala es que los juzgados gallegos siguen entre los más colapsados de España, pese a que bajó la tasa de congestión, el número de pleitos pendientes de inicio más los ingresados y dividido entre los resueltos.

La Justicia gallega es la quinta más colapsada a nivel nacional, solo superada por la de Castilla-La Mancha, Murcia, La Rioja y Comunidad Valenciana. Galicia se mantiene entre las más colapsadas un año más pese a que la tasa descendió un 1,5% con respecto a 2014.