Hay muy pocos sectores que puedan presumir de que su facturación ha crecido desde que comenzó la crisis. Y menos aún los que pueden jactarse de haber triplicado su volumen de negocio en este periodo. Uno de ellos es la agricultura ecológica gallega, que ha pasado de facturar 10,6 millones en 2008 a superar los 35 en 2015. Aún no hay cifras oficiales del cierre del pasado ejercicio (se harán públicas en abril), pero fuentes del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia avanzan que los resultados "son positivos" y que la facturación durante 2015 aumentó un 20%, un incremento similar al que se produjo en 2014. También ha habido una subida del 10% del número de operadores (en 2014 había 703) y del 20% de las hectáreas cultivadas.

Pese a la buena marcha del sector, los productores creen que aún existe mucho margen de mejora. Por ejemplo, se lamentan del desconocimiento que tienen los usuarios de lo que es un producto ecológico.

"Falta mucha información. A todo el mundo le suena el concepto, pero no saben si es sin sal, dietético... En la heladería, una de las facetas en la que empleamos mucho tiempo es en el apartado pedagógico", reconoce Broder Fernández, socio de A Factoría Ecolóxica.

Ana Rodríguez, productora de hortalizas en Carral, es de la misma opinión. "Hay gente que está muy implicada, pero hay otra mucha que no sabe lo que es lo ecológico o lo confunde. Mezclan lo que es ecológico con lo que es de casa y no tiene nada que ver", afirma.

"Unos compran el producto no porque sea ecológico, sino porque es un producto de calidad. Y a otros les da igual porque van al sabor. Y luego está el cliente que está muy concienciado", reconoce.

Ignacio Gómez, director de calidad de Café Siboney, explica que en otros países el conocimiento de este sector es mayor. "En Inglaterra hace doce años la agricultura ecológica ya estaba en auge y los supermercados ya tenían un espacio muy grande para esos productos. Aquí, falta información", asegura.

Otro de los problemas con el que se encuentran los productores es el abastecimiento de productos. "Necesitamos nuestras fresas, leche, mango ecológicos... y no siempre es fácil conseguir las materias primas", se queja Broder Fernández. Lo mismo apunta Ana Rodríguez. "En producción el problema con el que nos encontramos es la planta ecológica. Nosotros estamos trayendo la planta de Navarra. En Galicia no hay mucho productor de planta ecológica. De semillas sí, pero de planta no", explica.

Para Ignacio Gómez, el aprovisionamiento de café es clave en su negocio y por eso están continuamente viajando para elegir los mejores productos. "Nosotros lo que buscamos no es solo que el café sea ecológico, sino que sea de calidad y después, si puedo conocer al productor, mejor", afirma.