El BNG lanzó ayer el proceso Adiante, un cúmulo de contactos y debates para ensanchar su base social y poner fin al declive de su propuesta, cuyo último batacazo ha sido la pérdida de representación en el Congreso, donde no tendrá voz por primera vez desde 1996.

La encargada de anunciar el impulso a este compromiso en la última asamblea de la formación fue su portavoz nacional, Ana Pontón, quien diferenció este proceso, que podrá tener hasta un año de duración, de la cita con las urnas prevista tras el verano. En esta, Pontón, que previsiblemente será candidata a la Xunta, abrió la puerta a una alianza nacionalista, pero sin contar con fuerzas estatales como Podemos o Izquierda Unida (IU). "Galicia no es un anexo", alegó. El calendario para elaborar programa y designar candidatos se concretará en los próximos días.

La estrategia de refundación del proyecto nacionalista comenzará en abril con una diagnosis de la nueva realidad gallega "tras ocho años de crisis". El Bloque abre una web bajo el nombre adiante.gal para recibir propuestas de la ciudadanía, incluso ajena a sus siglas, al tiempo que pretende celebrar un centenar de encuentros con asociaciones y miembros de la sociedad civil para buscar tres objetivos: realizar una radiografía social, política y económico de la comunidad; diseñar una nueva estrategia nacionalista; y abrir su formación a nuevas formas de participación y organización. El objetivo de esta última medida pasa por dar cabida a ciudadanos que se sientan nacionalistas, pero no militen en el Bloque, añadió Pontón, que estuvo rodeada de parte de la nueva ejecutiva.

"Es un proceso diferente, en alcance y en formulación", explicó la líder frentista, que aseguró que evidencia la "voluntad" para abrir una nueva etapa.

Por su parte, Rubén Cela aseguró que aspiran a "absolutamente todo" con un proceso con el que conseguir la reactivación del sentimiento nacionalista porque este tipo de ideología, añadió, resulta más necesario que nunca.