El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, tenía ganas de visitar A Coruña, donde tiene familia, y ayer por la tarde lo hizo para apadrinar la presentación de la candidatura del partido en la provincia coruñesa de cara al 26-J, la misma que se presentó al 20-D y que encabezan Miguel Lorenzo por el Congreso y Paula Prado por el Senado. Después de por la mañana apoyar también a los candidatos por Pontevedra, Casado llegó al hotel Attica 21 donde lo esperaban más de 300 personas que acudieron a un acto electoral con un formato distinto a los tradicionales mítines y con los protagonistas rodeados de los asistentes que le hicieron preguntas al final de las intervenciones. Allí Casado se reencontró con el presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo, al que conoce "desde la etapa de las Nuevas Generaciones".

Tras cuatro meses que el vicesecretario califica como "un espectáculo lamentable para los españoles, de vetos y de un personalismo y un egocentrismo tremendo" pide al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que si el PP vuelve a ganar las elecciones generales "se comprometa a dejar gobernar a la lista más votada" y le advierte de que su adversario es Pablo Iglesias porque, apunta, "los socialistas podrían desaparecer en una alianza con Podemos". En este sentido, cree que es necesaria "una ley electoral que evite repetir el bloqueo de estos meses e impida que gobiernen los perdedores". El también candidato al Congreso por Ávila se muestra confiado en la repetición de los comicios estatales y apuesta por que Mariano Rajoy volverá a vencer en las urnas "le pese a quien le pese". Incluso se atreve a hacer pronósticos de cara a las elecciones gallegas previstas para otoño y augura que Feijóo "va a sacar mayoría absoluta". Es más, acusó a las mareas de apropiarse del "galleguismo" que, en su opinión, siempre representó el PP y no cree que sean una "alternativa" a la Xunta. En alusión directa al portavoz de Anova, Xosé Manuel Beiras, alegó que la renovación no puede basarse en "decir durante años lo mismo con discursos faltones y sin proponer medidas". Por eso, está convencido de que las próximas citas con las urnas "van a demostrar que Feijóo sabe como se hacen las cosas" porque lo que hace falta en Galicia -añadió- es continuar con inversiones -puso como ejemplo el AVE gallego- que apuesten por el empleo y conviertan a la comunidad en "referente en innovación, en la industria del motor, en los astilleros y como centro textil del mundo".

En su discurso, el vicesecretario de Comunicación del PP insistió en que ni Galicia ni España quieren el modelo de Grecia con el que "se ha demostrado que los populistas son un auténtico fraude". Considera, por el contrario, que tanto la comunidad gallega como el Estado solo pueden crecer "gracias a las políticas del PP". En su alegato sobre los valores de su partido destacó que es "el que más defiende el municipalismo, las diputaciones y el rural" y también la mejor garantía de los servicios sociales. Sobre este último punto aclaró, sin embargo, que el PP es "la formación más social por invertir en políticas sociales, no por dejar facturas sin pagar". Y sobre todo destacó la política económica de los populares que, en su opinión, ha permitido que España ya sea "admirada" otra vez en el mundo por sus resultados en creación de empleo, cifras que atribuye al "impulso" realizado por los gobiernos de Mariano Rajoy a nivel estatal y de Feijóo en Galicia.

Pablo Casado es, junto al vicesecretario de Acción Sectorial, Javier Maroto, uno de los más críticos con la corrupción en el seno del PP. Y a diferencia de otros miembros del partido que eluden el tema en actos electorales Casado no teme hablar de corrupción. "Quien haga algo mal en nuestro partido lo va a pagar y aunque algún sinvergüenza manchase el nombre del PP nuestras siglas están limpias", defendió ayer en A Coruña, donde estuvo acompañado por el secretario xeral del PP gallego, Miguel Tellado.