Son muchos los trabajadores del sector pesquero que, convencidos de que sus problemas económicos son ajenos a las empresas del sector, achacan a la gestión de la UE en primera instancia y a la del Gobierno español en segunda, todos los males que les afectan y que, siendo importante el de la escasez de cuotas y la inexistencia de un reparto justo de estas, lo es todavía más, el desamparo del sector de la pesca español ante la entrada masiva en todo el Estado de pescado y marisco procedente de terceros países.

En román paladino: Creen que aquellos que rigen los destinos del sector pesquero comunitario y español, miran por su culo olvidándose de que, tanto los pescadores como los consumidores de pescado de España también tienen el suyo y que este, como el de cualquiera, precisa de cuidados.

Aurelio G. L., hombre de la mar atento siempre a lo que en este genera polémica, da su opinión clara a través de la siguiente pregunta: "¿Por qué no se crea un arancel para el pescado de importación o, en su defecto, se subvenciona el pescado español en aguas españolas?"

Sé que es mencionar la bicha, pero la de Aurelio no es la única voz que, en los últimos 15 o 20 años plantea esta cuestión.

Aurelio recuerda que existe subvención para la aceituna española y que esta recibe ayudas por partida doble: al productor y al comprador, para que el aceite español pueda competir en precio con terceros países.

"Hay que pedir lo mismo para el pescado español. O bien un canon en la frontera al pescado de importación. No podemos competir con terceros países que ni siquiera pagan Seguridad Social y, menos todavía, impuestos". Y añade: "Así no es posible competir. El Gobierno juega con la oferta y la demanda de pescado y aguanta el IPC con productos libres de aranceles e impuestos cuando lo lógico sería que, debido a la escasa o nula cuota de pesca que el propio Gobierno consigue en Bruselas, el kilo de este pescado alcanzase precios de oro en su cotización en lonja y los mercados. Pero no es así debido a la ingente cantidad que accede a nuestro mercado procedente de terceros países". Y finaliza: "Que los partidos que van a tomar parte en las próximas elecciones generales digan claramente qué es lo que piensan hacer con este sector primario del que tantas familias dependemos en una decena de comunidades autónomas, y ya nosotros decidiremos, en función de su programa para el sector pesquero, quién se merece nuestro voto. Estipular aranceles a las importaciones de pescado y conserva es fundamental".

Pero, claro, la UE juega con la necesidad de cada uno de sus Estados Miembros y, en materia pesquera, España y, particularmente, Galicia, son los más perjudicados porque en cuestiones arancelarias, cada uno mira por su culo y para nada tiene en cuenta el culo ajeno.