Los conductores mayores de 65 años son uno de los colectivos que más preocupa de la DGT en Galicia debido a su población cada vez más envejecida y el creciente número de automovilistas de avanzada edad interceptados en sentido contrario. Aunque son prudentes al volante, su pérdida de reflejos por el paso de los años les hace reaccionar con más lentitud ante un imprevisto. Aunque son responsables en carretera, con frecuencia se despistan y ponen en riesgo su seguridad y la del resto de automovilistas. Para tratar de garantizar la seguridad de los conductores de avanzada edad en las carreteras gallegas y ante las sospechas de que hay psicotécnicos en Galicia que aprueban a automovilistas no aptos, Tráfico reforzó el año pasado la vigilancia sobre este colectivo con controles más rutinarios en las carreteras de la comunidad, que en aquellos casos sospechosos de que puedan tener sus capacidades psicofísicas mermadas se les requirió para un examen médico extraordinario por parte del Sergas.

En lo que va de año, las patrullas de Tráfico ordenaron esta revisión a un total de 132 automovilistas de avanzada edad en la comunidad, un 30% más que los 103 requeridos en todo el año pasado. O lo que es lo mismo, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en la comunidad envió al Sergas para volver a ser examinados a más de 20 conductores cada mes, el triple que en 2015.

Estas cifras están muy por encima de los balances de años anteriores. Ya el ejercicio pasado se requirió para revisión médica extraordinaria a casi el doble que en 2014 -entonces se había ordenado un nuevo examen a 69 automovilistas- y en 2013, a un total de 29. El objetivo de estos exámenes por parte del Sergas es determinar si las condiciones psicofísicas de estos conductores son las adecuadas para seguir al volante. En lo que va de año, las provincias de Pontevedra y A Coruña son las que concentran el mayor número de automovilistas bajo la lupa por una posible disminución de su capacidad para seguir al volante. De Pontevedra, fueron requeridos a chequeo por parte de los médicos del Sergas 46 automovilistas -el 35% del total en la comunidad- y de A Coruña, 33 (el 25% de Galicia). Cierran la lista, los conductores de Ourense (32) y, finalmente, de Lugo (21).

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Una vez elevada la propuesta de revisión médica extraordinaria, el Sergas determinará en sus pruebas si finalmente es "apto" o "no apto" y, según el resultado, podrá derivar en la apertura de diligencias al psicotécnico que expidió el certificado por posibles irregularidades. A la mayoría les es revocado el permiso de conducir -bien porque ya ni se presentan al examen del Sergas o porque en ese chequeo los médicos resuelven que no era apto para seguir al volante-. Al resto les imponen restricciones en la conducción: no conducir de noche, circular solo a una distancia máxima del domicilio, tener prohibido llevar pasajeros, conducir con la obligación de ir acompañado, restricciones de velocidad máxima, prohibido entrar con su vehículos en autopistas o autovías o la exclusión total del consumo de alcohol.

El jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano, hace un llamamiento tanto a los conductores de avanzada edad como a sus familiares y a su entorno. "Se tienen que cuidar ellos mismos y ser conscientes de sus limitaciones. Deben ser sinceros con los facultativos [cuando van a renovar el permiso] para que valoren si están capacitados para seguir al volante", defiende Molano, al tiempo que urge a sus familiares a que les "aconsejen y les ayuden a convivir en las carreteras en las mejores condiciones de seguridad para ellos y el resto de usuarios".

El llamado Plan Mayores puesto en marcha por Tráfico, en colaboración con Fomento y la Xunta, incluye el reparto de chalecos reflectantes entre los peatones de más de 65 años, la organización de charlas informativas con las que se pretende evitar despistes que acaben ocasionando accidentes con heridos o fallecidos y también la señalización extra para conductores sénior en los accesos a las vías de alta capacidad más conflictivas en la comunidad. Más señales, más llamativas y más reiteradas para evitar confusiones en los accesos a autovías y autopistas de la comunidad. Allí donde se observa un incidente, la Agrupación de Tráfico revisa la señalización y procede a su ampliación si así lo considera.