La consulta a las bases de Podemos solo ha encajado algunas piezas del rompecabezas que supone la candidatura de la llamada izquierda rupturista en las autonómicas. La victoria del "sí" a la confluencia ha provocado que la mayoría crítica del Consello Cidadán Galego busque en una reunión esta tarde posicionar al partido a favor de una alianza sin líneas rojas, es decir, incluso asumiendo la integración en un partido nuevo como es En Marea.

Esa condición solo por Santos, sino también por la propia dirección estatal de Pablo Iglesias, que terció en el proceso gallego descartando esa. De hecho, Santos podría contará con miembros de la Secretaría de Organización de Echenique para negociar con los que son sus socios en el Congreso, pero podrían ser competidores en Galicia. Quiere iniciar las conversaciones hoy o mañana.

Ahí los críticos alegan dudas sobre la pregunta a las bases. Ganó la opción de apostar por ir "en alianza electoral con otras fuerzas políticas y sociales del cambio (EU, Anova o las mareas)". Ese formato solo contempla la coalición, según Santos, pues habla de aliarse con partidos, no integrarse en ellos. "No cabe rechazar ninguna fórmula", declaró ayer Luca Chao, crítica y destituida de la ejecutiva. "El Consello tiene que asumir gran parte de la negociación, no se entiende que quien dijo estar contra las alianza, sea el encargado de negociar", añadió, según Europa Press. Aun así, Santos apostó por la alianza, pero con condiciones.

La solución podría estar en Madrid, pues Pablo Iglesias, líder de Podemos, quiere la alianza. Su intervención sería determinante. De momento, sus socios mantienen el órdago: "Seremos firmes". Santos anunció que también.