Cuatro incendios en la comarca de O Barbanza -uno en Rianxo y tres en Ribeira- y otros dos en la provincia de Pontevedra arrasaron más de 263 hectáreas en menos de 24 horas. La mayoría de los fuegos originados en la comarca barbanzana ya están extinguidos salvo uno en Ribeira que quedó controlado, mientras que los registrados en las localidades pontevedresas de las Caldas y Cotobade al cierre de esta edición seguían activos.

De los dos focos localizados en el municipio ribeirense casi 40 afectaron al espacio protegido de las dunas de Corrubedo y el más grave de la jornada fue el de Caldas, que obligó a varias personas de Castroagudín, en el concello vecino de Vilagarcía de Arousa, a desalojar sus casas por las llamas, cuya superficie alcanzada superaba las 100 hectáreas.

En Ribeira el primer incendio se detectó en la madrugada del lunes en la parroquia de Carreira, que se extinguió ayer y que quemó un total de 70 hectáreas, de las que 26 pertenecen a la zona de las dunas. Una decena de agentes, 20 brigadas, 17 motobombas, cuatro palas, tres helicópteros y dos aviones trabajaron en la extinción del conato.

De madrugada también se inició otro en la parroquia de Olveira, el que quemó de forma íntegra al parque natural de Corrubedo, en concreto, 13 hectáreas. En este suceso intervinieron tres agentes, cuatro brigadas y tres motobombas.

El alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz Rivas aclaró ayer que la zona calcinada por el fuego en el área protegida se limitó a pinares. El regidor situó entre los lugares de Artes y Olveira el área pasto de las llamas, cerca de donde se ubica el centro de interpretación de las dunas. Ruiz Rivas recordó que fue necesario desalojar tres viviendas en el lugar de Castro y avisó de que pudieron verse afectados "bienes personales". De todas formas, reconoció el trabajo de los efectivos que lograron concentrar el fuego para su control. Desde la Consellería de Medio Rural añaden que hubo un tercer fuego también en Ribeira, que quedó ayer controlado.

Además de el concello ribeirense, Rianxo fue otro de los municipios de la comarca barbanzana perjudicado por la actividad incendiaria. El lunes por la noche se inició un foco en la zona de Leiro que quedó controlado ayer por la mañana y calcinó una superficie de 30 hectáreas, 25 de ellas arboladas. Su extinción requirió la intervención de un técnico, siete agentes, 16 brigadas, 10 motobombas, dos palas y un helicóptero. El alcalde de Rianxo, Adolfo Muíños, que estuvo por la zona mientras estaba todavía activo aclaró que no hubo desalojos al atajarse "con rapidez". El fuego se acercó, y mucho, a las viviendas, los huertos -algunos dañados-, granjas y todo tipo de inmuebles, incluida la escuela unitaria de Leiro. "Pasamos mucho miedo y pensamos que íbamos a perderlo todo", explicaba ayer una vecina de Leiro, la misma que de madrugada se mostraba convencida de que las llamas acabarían arrasándolo todo. Los vecinos alertaban ayer por la tarde de nuevos fuegos en el rianxeiro Monte da Pena, aunque se desconocía si se trataba de nuevos incendios o eran los rescoldos del originado en la noche del domingo

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, destacó que los cuatro incendios registrados en O Barbanza "no empezaron por casualidad" porque fueron "muy cercanos" y a partir de las 22.00 horas cuando "ya no hay medios aéreos".

En cuanto a los originados en la provincia de Pontevedra, el incendio que ayer por la tarde afectó a Caldas y Vilagarcía en el Monte Xiabre, pero sobre todo al segundo de los municipios citados, permanecía activo al cierre de esta edición después de haber quemado más de 100 hectáreas de monte. Obligó a evacuar una decena de viviendas en Castroagudín -varias familias se negaron- y otras tantas industrias asentadas en el parque empresarial de O Pousadoiro, además de ser atendidos por los servicios médicos algunos vecinos con síntomas de intoxicación provocada por la humareda. El fuego que comenzó en Caldas pero desarrollado casi íntegramente en Vilagarcía desató el caos en el municipio, para asombro de todos cuantos vieron cómo el humo negro cubría la ciudad.

La Consellería de Medio Rural recoge que trabajaron para sofocar las llamas 14 brigadas, seis motobombas, dos palas, un tractor, cinco agentes y un técnico, a lo que hay que sumar a los vecinos a título particular que se incorporaron a las tareas de extinción. En el operativo también participaron efectivos del Servicio de Emergencias y Protección Civil, Bomberos y representantes de las comunidades de montes de Caldas y Vilagarcía. Además, agentes de Policía Nacional a caballo en Castroagudín a los que les tocaba patrullar Xiabre ayer se sumaron a los trabajos al encontrarse con el suceso. A última hora de la tarde incluso se desplazaron a Xiabre para sumarse al dispositivo de intervención, cuando los medios áereos tenían que retirarse, 25 integrantes y ocho vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

El otro foco en la provincia de Pontevedra se registró en el Concello de Cotobade. La situación más peligrosa se vivió en la parroquia de Tenorio, donde se llegó a temer por la seguridad de los vecinos de la zona, cuyas casas se encontraban cercanas al lugar hacia donde avanzaba el fuego. A las 22.00 horas habían sido desalojadas 15 casas y medio centenar de vecinos del lugar de Vilanova. Lo que parecía que se iba a quedar en un fuego menor y tan solo un susto, se convirtió en un incendio que activó todas las alertas, tanto de los servicios de emergencias como de los vecinos de la zona, que fueron desalojados. A las 23.00 horas el fuego seguía sin controlar y había avanzado hacia otros lugares de la parroquia quemando a su paso más de 50 hectáreas.

Tal y como confirmó el alcalde de Cotobade, Jorge Cubela, las llamas comenzaron en una pista que sube hasta el lugar de Xesteira. En un principio, los vecinos de Tenorio pensaban que había sido en un depósito de agua que se encuentra en un terreno propiedad de la comunidad de montes.

El fuego continuó su camino sin que los medios de extinción fuesen capaces de evitarlo y llegó hasta el lugar de Vilanova, una zona más poblada, de unos 200 habitantes. Allí se desalojó, según el regidor, a medio centenar de vecinos de unas 15 casas. Además, se habilitaron el colegio público y el pabellón municipal para que pudiesen pasar la noche a resguardo. Medio Rural declaró, como medida preventiva, la "situación 2" en el incendio forestal debido a la proximidad del fuego al lugar de Vilanova, tal y como informó la Consellería.

En el control del fuego trabajaban dos agentes, tres brigadas, cuatro motobombas, dos palas y nueve helicópteros, que pese a todo, no fueron capaces de frenar la destrucción de las llamas en su totalidad. Además, colaboraron en las tareas de extinción efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).