Podemos y En Marea siguen sin ponerse de acuerdo para sellar una alianza electoral para concurrir juntos a las elecciones autonómicas del 25-S. Para tratar de desbloquear el proceso desembarcan hoy en Galicia la número tres de los primeros, Carolina Bescansa, y su secretario de Organización, Pablo Echenique, como última bala in extremis que permita alcanzar un acuerdo. La negociación se produce contra reloj, pues mañana concluye el plazo para registrar las coaliciones en la junta electoral. La dirección estatal de Podemos confía en que hoy se llegue a un acuerdo y por ello pidió anoche 24 horas más a En Marea para poder participar en el proceso de primarias con sus propios representantes y sus listas.

La formación morada da este paso como "gesto de voluntad" con En Marea para ir juntos a las urnas pero sin que Podemos renuncie a sus siglas, sino concurriendo como coalición -según defiende el partido liderado por Carmen Santos en Galicia, una postura refrendada hace escasos días por la cúpula de Pablo Iglesias- y no como partido instrumental -la única fórmula viable para En Marea-. A tan solo una hora de que concluyese el plazo dado por Anova, Esquerda Unida y Mareas en Común para la presentación de listas a las primarias, la Secretaría de Organización de Podemos, con el conocimiento de su dirección autonómica, solicitó una "ampliación" del plazo para que la "Podemos Galicia pueda presentar candidaturas a las primarias de En Mareas", si bien reconocía que "aún no queda claro que esto pueda llevarse a término en condiciones que no supongan menoscabo de la participación e los inscritos de la formación morada en el proceso.

Los dirigentes estatales han sido llamados por Santos para sentarse hoy a negociar con los que son sus socios en el Congreso, salvo Mareas en Común. Hasta que se anunció la mediación de la dirección estatal, Podemos renunciaba a presentar listas en las primarias de En Marea, que había ampliado hasta las 23.59 de ayer su plazo precisamente para facilitar un acuerdo. Con este movimiento quería solucionar el problema de las candidaturas que surgiría si sellaban un pacto posterior, que obligaría a negociar entre cúpulas la relación final de elegidos para intentar sentarse en el Parlamento gallego. Esa vía había sido desechada por Podemos.

La clave de que remen al unísono en la travesía electoral sigue radicando en la fórmula jurídica del acuerdo y hasta ahora nadie cedió en un dilema ante el que parecen no hallar soluciones intermedias. Santos reclama una coalición y que Podemos mantenga siglas y autonomía en las decisiones; también aspira a una mayor cuota de poder que otras fuerzas que considera más pequeñas. Bescansa avaló "sin duda" su postura el miércoles y hoy volverá a hacerlo, con Echenique a su lado, como hizo el Consejo de Coordinación hace días. Su visita se produce después de que representantes de la Marea, como el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, reclamasen la intervención de la cúpula estatal al no percibir en Santos voluntad de integración, opción defendida por el 75% de las bases de Podemos. Esta entiende que esa solo pasa por la coalición y no "diluirse" en otro partido, modelo que permite alargar hasta el día 20 la confección de las listas electorales.

Los impulsores de la Marea alegan que todos cedieron algo para construir y ampliar una alternativa potente en los comicios del 26-J disputó el segundo puesto al PSdeG con un 22% de apoyos. No puede haber una excepción, sostienen. El coordinador de Anova, Antón Sánchez, reiteró ayer esa postura innegociable. "La política de cuotas no es lo más adecuado. O hay síntesis entre todos o no será posible [el acuerdo]", advirtió.

Mientras, el proceso está tensando la convivencia en Podemos, donde existen defensores del pacto sin ninguna línea roja. Otro 25% del partido quiere ir en solitario, como el colectivo Xuntos Podemos, muy crítico con los alcaldes de Santiago, A Coruña y Ferrol que pusieron en marcha la asamblea en que nació En Marea como partido. De acudir a los comicios "diluyendo" sus siglas, abandonarán Podemos.