De nuevo, la situación y condiciones de explotación provisional de un tramo de la línea ferroviaria entre Redondela y Ourense, ubicado en el entorno de la estación de O Porriño, parece que va a ser punto de partida de las múltiples y enjundiosas actividades de investigación que se realizarán a partir de ahora para esclarecer las causas del accidente acaecido el día de ayer a la entrada de la estación porriñesa.

Aunque no debería expresarse de forma tan vehemente, el actual encargado de la cartera de Fomento, Rafael Catalá, aludió ayer de forma categórica y hasta garantista, al perfecto estado de funcionamiento del tren 592, porque había pasado su última revisión general en mayo. El tren, aunque al servicio de los CP, es español y se revisa en España. Como si no hubiesen transcurrido 100 días, 200 viajes y recorrido 35.000 km desde entonces?

Por su parte, el presidente de Comboios de Portugal, Manuel Queiró, que a la hora del accidente se encontraría con probabilidad bien distante del lugar de los hechos, declaró que nada indica que el accidente "fuese por un fallo humano". El maquinista era portugués?

Así que estos dos importantes capitostes en la gestión de los Ferrocarriles de España y Portugal están colocándose de perfil y poniendo como único responsable en la escena del accidente al Adif, Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, bien por su acción, o por su omisión, en la situación y condiciones de explotación provisional de las vías del tramo en el entorno de la estación de O Porriño, debido a obras y trabajos de mantenimiento en las vías afectadas.

Desgraciadamente, ya estamos acostumbrados a que la seguridad, no sea la preocupación primera de las empresas que gestionan el ferrocarril en España. Pero lo peor es que, tampoco ahora el caso va a ser analizado por técnicos o expertos independientes. Solo Adif, Renfe-Operadora, Fomento y su dependiente CIAF (Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios) se encargarán de esclarecer lo sucedido. No escarmentamos.