El tren Celta Vigo-Oporto, que descarriló el pasado viernes en la zona de la estación de O Porriño y causó cuatro fallecidos y 48 heridos, avanzó empujado por la inercia unos 140 metros desde que salió de la vía la cabeza tractora hasta el impacto final, y lo hizo en pocos segundos. El maquinista perdió el control del convoy justo en el primer desvío. La máquina ya no respondió en la entrada a la vía secundaria, siendo arrastrada por el lateral derecho seguido de los vagones, que mantuvieron cierta estabilidad en la vía, pasando el segundo de los desvíos, cuyas agujas estaban dirigidas a la vía derecha.

Nada más salir de los raíles, este automotor diésel S-592 se llevó por delante una caseta de conexiones eléctricas, un poste de hormigón con un foco de iluminación de la vía, una valla guarda-rraíl, rozó el puente en su parte derecha, tumbó otro poste de cemento e impactó finalmente contra la torreta eléctrica.

La distancia desde el descarrilamiento hasta el choque final -unos 140 metros- pasó muy rápido, y muchos de los pasajeros solo se percataron de uno o dos movimientos bruscos y la elevación de los vagones, que volvieron a a quedar sobre la vía. No así los fallecidos y los heridos de más gravedad, que notaron la violencia del impacto.

La peor parte la llevó la cabeza tractora del convoy, que desde que no pudo acceder correctamente a la vía secundaria -por la que debía circular ya que la principal se encontraba en obras de mantenimiento- caminó "desbocada" paralela a la vía hasta chocar contra una torreta metálica, que quedó inclinada sobre ella.

Los trabajos de mantenimiento en la vía principal se están realizando desde hace más de una semana -incluso un vecino llamó por la noche a la Policía Local para protestar por el ruido- y la vía secundaria por la que debía pasar el tren Celta Vigo-Oporto se puso en funcionamiento en una semana ocho veces, siempre por labores de mantenimiento, según pudo saber este diario.

En la mañana del viernes, antes de pasar el tren Celta, cruzó O Porriño el Alvia 04484 que comunica Vigo con Madrid-Chamartin. Los técnicos mantuvieron a este Alvia por la vía principal y realizaron el cambio de agujas (desvío) para el tren Celta, con el objeto de trabajar en la vía principal, mientras los trenes cruzaban la estación por la vía secundaria de la derecha.

La investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número dos de O Porriño deberá determinar las razones por las que el tren automotor descarriló en el primero de los desvíos, aunque los expertos consultados se refieren a la excesiva velocidad del convoy, que debía entrar y salir a 30 km por hora en la vía secundaria, y que entró mucho más rápido desconociéndose las razones.

Las cajas de registro -cajas negras en los trenes- deberán determinar una vez se extraigan los datos si hubo fallos en el tren, en el sistema de agujas y en la señalización de la vía, entre otras posibles anomalías. Durante el día de mañana está previsto que se produzca el volcado de esas cajas para poder trabajar con los datos de las mismas y analizar otras variantes.