En Marea es la segunda fuerza más votada de la diáspora en las elecciones gallegas en las provincias de A Coruña y Pontevedra, tras el PP. Pero los votos recibidos por el PSdeG en las provincias del interior convierten a los socialistas en los segundos con más apoyos entre el Censo Electoral de Residentes Ausentes CERA, lo que no sucede ya en la comunidad. Ayer se hizo el recuento del voto emigrante, un resultado que no mudó en lo sustancial el resultado del 25-S. El PP mantiene los 41 escaños, y En Marea y PSdeG empatan con 14 diputados, pero los primeros suman más votos. El BNG se queda con 6 parlamentarios.

La única duda estaba en la provincia de Ourense, donde el PP logró el escaño número nueve por 135 votos. Los socialistas aspiraban a que los emigrantes les devolvieran por esa circunscripción ese escaño, que les retornara de paso a la segunda plaza de la política autonómica, pero no fue posible.

La participación electoral de los gallegos que viven en el extranjero continúa en picado, desde la reforma que impuso el voto rogado. Es decir, los electores en el extranjero deben solicitar su participación en los comicios autonómicos ya que las papeletas no les llegan a su domicilio. En el censo del exterior, hay inscritos 446.325 gallegos, pero solo se registraron 10.708 votos válidos, 2.200 menos que hace cuatro años. Casi la mitad de las papeletas eran para el PP, un total de 5.267, mientras que PSdeG sumó 1.839, En Marea recogía 1.734 votos, BNG, 468 y Ciudadanos, 423. El PP repite como la fuerza más votada en las cuatro provincias, y por 105 papeletas, el PSOE gallego fue la segunda con más apoyos entre los gallegos que viven fuera.

Sin embargo, el PSdeG pierde fuelle en este colectivo, pues hace 4 años obtuvo 3.870 papeletas, la mitad menos que en las últimas autonómicas. En 2012, Anova, el antecedente de En Marea recogía 617 votos, que ahora casi se han triplicado a llegar a 1.734 apoyos. En Pontevedra, la candidatura de Luís Villares consiguió 147 papeletas más que la de Leiceaga, y en A Coruña, 84 apoyos más. Leiceaga, en cambio, recabó en Lugo 128 votos más y en Ourense, 130 más. Si el voto emigrante se suma al voto en la comunidad, En Marea se sitúa como segunda fuerza por 16.761 votos más que el PSdeG, aunque empata en diputados con esta última fuerza. Son 125 papeletas menos que sin tener en cuenta la participación de la diáspora.

Con el recuento de todas las papeletas, el 25-S el PP logró aumentar la distancia con los partidos de izquierda. Así la candidatura de Feijóo logró 681.943 papeletas, frene a las 648.993 que sumaron En Marea, PSdeG y BNG. Son 32.950 votos más, el doble de distancia de hace cuatro años, y siete veces más que en 2009. Si a los votos del PP gallego sumamos los de Ciudadanos, en Galicia optaron por partidos de centroderecha 730.469 electores, frente a los 648.993 que depositaron en las urnas una papeleta de apoyo a una fuerza de izquierdas. Es decir, 81.476 votos más.

Con votos incluso llegados del exterior, PACMA se convierte en la sexta fuerza de la comunidad, pero sobre todo es el partido con más expansión, aunque insuficiente para entrar en la Cámara. Pasó de 8.041 papeletas en 2012 a superar las 15.000 el pasado 25-S.

Este partido que nació en 2003 como un partido eminentemente antitaurino ha ido ganando adeptos, e incluso superó en votos a Compromiso por Galicia, que obtuvo 4.030 papeletas o Democracia Ourense, que consiguió 7.679 papeletas.

El fenómeno de PACMA no es exclusivo de Galicia. En la comunidad vasca pasó de poco más de 4.000 votos a 8.500 y en las elecciones generales del 26-J fue el que más aumentó su porcentaje de voto (un 30%) en España. Alcanzó casi el mismo número de papeletas que el PNV (284.848) en el Congreso. No consiguió representación por la Ley d'Hondt, aunque PNV con los mismos votos tiene cinco diputados.

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