Prevención y extinción de incendios, gestión de catástrofes, salvamento marítimo, inventario y gestión integral del territorio, control del furtivismo, elaboración de mapas de riesgo, vigilancia costera o gestión de flujos turísticos. Todas esas son posibles aplicaciones de los drones a la vida civil, más allá de entregar paquetes, como promueve una gran multinacional. De hecho, la Axencia Galega de Emerxencias ya utiliza estas aeronaves no tripuladas para la busca de personas, ya que permiten volar sobre lugares poco accesibles, y Medio Rural también recurre a ellas para vigilar posibles fuegos. Sin embargo, el departamento que dirige Ángeles Vázquez y la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), considera que se les puede sacar todavía más rendimiento y que podrían ser útiles para realizar los controles de campo asociados a las ayudas de la PAC (Política Agraria Común).

Además de controles administrativos, que permiten ver si hay duplicidades, cada año se examinan sobre el terreno en torno a 130.000 recintos, según explican desde la Consellería de Medio Rural, de los 1,3 millones que se declaran anualmente en Galicia como beneficiarios de las ayudas europeas para ver si cumplen los requisitos en las parcelas, cultivan lo que declararon o, en el caso de la llamada "condicionalidad", que se trabaja de forma adecuada para respetar el medio ambiente.

Lo que han abierto Medio Rural y la Amtega es una consulta preliminar al mercado para identificar tecnologías y recibir propuestas innovadores y soluciones de interés para los retos tecnológicos del sector primario. Los resultados servirán de base para realizar las futuras contrataciones. Entre esos retos, está el disponer de una solución tecnológica para realizar los controles de campo asociados a la PAC -que en Galicia afectan sobre todo a forrajes- de "forma automatizada mediante el uso de medios tecnológicos", en particular drones, con el objetivo de reducir el tiempo de los controles, aumentar el número de recintos examinados, reducir los costes del proceso y aumentar el nivel de seguridad en su realización.

Ahora el coste medio de control por parcela, informan desde la Xunta, rondaría los 3 euros, aproximadamente, aunque existen diferentes modalidades de control y el montante es diferente en función de la ubicación de la parcela y el tipo de inspección.

Inspecciones

Pese a que el nivel de seguridad es ya alto, afirman también que al elevar el número de inspecciones y su periodicidad sobre un mismo recinto se podrá observar la evolución del mismo y de sus usos a lo largo del tiempo. Con todo, recuerdan que es un tema pendiente de definir en la consulta pública y que dependerá de qué propuestas tecnológicas se reciban.

Desde la Conselllería de Medio Rural apostillan que la meta de la consulta va más allá de los drones, ya que se trata de crear una plataforma tecnológica para la gestión digital de las parcelas en Galicia, que tendrá diferentes aplicaciones. Conceden que además de permitir la gestión digital de los controles vinculados a las ayudas de la PAC, también permitirá desarrollar herramientas tecnológicas para que los dueños de los terrenos puedan seguir de forma digital la evolución de sus cultivos.