Bob Dylan, el gran poeta del rock cuyas virtudes literarias fueron oficialmente reconocidas ayer por el Nobel, seguramente oyó hablar de Galicia y A Coruña en su entorno más íntimo cuando empezó a forjarse su mito. Dos de las personas más próximas entonces a Dylan, el cantautor Richard Fariña -verdadero impulsor de la carrera del autor de Like a rolling stone- y el guitarrista Jerry García, líder de la legendaria banda The Grateful Dead, eran hijos de gallegos.

En el caso de Jerry García, uno de los grandes instrumentistas de la historia del rock, que acompañó a Dylan en la gira por grandes estadios recogida en el disco Dylan & The Dead (1987), la influencia gallega se convierte en coruñesa, ya que el fundador de los Dead era nieto del sadense Manuel Papuella García, que emigró a San Francisco en 1918.

Bob Dylan quizás no sería hoy quien es si no se hubiese cruzado en su camino a principios de los sesenta Richard Fariña, un neoyorquino de origen gallego que era la figura relevante del Greenwich Village neoyorquino donde emergió el movimiento contracultural estadounidense. Fariña, casado con la hermana menor de Joan Baez, propició en 1961 a Dylan su primera actuación en el emblemático local The Troubadour y también sus primeros pinitos discográficos como músico de armónica en un disco de Carolyn Hester, primera esposa de Richard.

"Si no hubiese muerto tan pronto, se lo habría puesto difícil a Dylan", dijo Joan Báez del poeta y cantante folk neoyorquino de origen gallego Richard Fariña, el malogrado artista que dio la primera oportunidad de tocar al autor de Knocking on heavens door, con quien mantuvo una intensa pero corta amistad, truncada por la muerte de Fariña en un accidente de moto en 1966.

Hijo de padre gallego emigrado a Cuba y madre irlandesa, Fariña nació en Brooklyn en 1937 y tuvo una corta -murió a los 29 años- pero azarosa vida. A los dieciocho años coqueteó con el IRA, lo que le valió una orden de expulsión temporal del país, y en 1959 asistió a la entrada de los revolucionarios de Fidel Castro en La Habana.

Fariña, descrito en varias biografías como un rompecorazones, estuvo casado con dos grandes cantantes de folk. Primero con la reina del folk Carolyn Hester y después con Mimi Báez, hermana de la célebre Joan Baez, con quien formó un dúo musical que actuó en el Newport Folk Festival que encumbraría poco después a Dylan.

La primera esposa de Fariña, Carolyn Hester grababa en 1961 su tercer álbum en los estudios Columbia cuando Richard la convenció para que contratase para tocar la armónica en un par de temas a un desconocido Bob Dylan. La sintonía entre ambos poetas y músicos es uno de los temas centrales del libro Positively 4th street, de David Hadju. La amistad de Fariña y Dylan se estrecharía al convertirse el segundo en pareja de Joan Báez, entonces muy popular, que abriría al hoy Nobel los grandes escenarios americanos. Dos temas de Fariña, Sweet sir Galahad, y Birmingham Sunday retornaron recientemente a las listas de éxitos al convertirse en la banda sonora de la película 4 little girls de Spike Lee.

El bisabuelo del guitarrista Jerry García era un empresario coruñés de clase media que regentaba un negocio de transporte. Manuel, el mayor de sus cuatro hijos y abuelo de Jerry García, no quiso continuar el negocio familiar y se embarcó como marinero, lo que le dio la oportunidad de conocer San Francisco y Nueva York. Según cuenta el escritor Blair Jackson en An american life, la biografía de Jerry García, el coruñés Manuel Papuella decidió quedarse a probar fortuna en San Francisco, recién reconstruida tras el devastador terremoto de 1906. En California logró un trabajo en los ferrocarriles y meses después le siguieron desde Sada su esposa, Aquilena López, y sus cuatro hijos.

Jerry García contó a Dylan que Grateful Dead (muertos agradecidos), el nombre de su banda, se inspiraba en una leyenda de su país de origen sobre muertos que recorren los caminos por la noche. La santa compaña. En 1993, Dylan conoció por primera vez la tierra de la que le hablaron Richard y Jerry al actuar en el estadio coruñés de Riazor en el Concierto de los Mil años con otras leyendas como Neil Young, Chuck Berry, Wilson Pickett, The Kinks o Jerry Lee Lewis.