Manuela Teiga vivía en la parroquia de Zas (Negreira) junto a su tía Carmen en la que casa donde se produjo el primer combate con la Guardia Civil. Desde hacía tiempo, la familia actuaba como enlace de los grupos guerrilleros y, ante la más que previsible represión física, Manuela decidió huir con el grupo que estaba alojado en su domicilio. Su paso a la clandestinidad fue corto, ya que pocas horas después falleció en Paramos.