Como ya ocurrió en 2015, España volvió a beneficiarse en 2016 de la inseguridad en algunos de sus principales competidores. Esto provocó que la llegada de turistas extranjeros creciese un 10%. Turquía y Egipto perdieron hasta noviembre casi 15 millones de turistas (10,7 y 4,2 millones respectivamente). Es la mayor caída sufrida en la última década y dobla laque se produjo en 2011 tras la Primavera árabe.