"La mayor demostración de que la democracia gallega es un gran triunfo colectivo consiste en la normalidad y en la estabilidad" que prosigue más de tres décadas después evidenciando que la autonomía "es el hogar de todos porque así fue construido". De esta forma se expresó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el homenaje celebrado ayer en el Parlamento gallego para conmemorar los 35 años del Gobierno de Gerardo Fernández Albor.

La toma de posesión del primer presidente de la Xunta se celebraba un 21 de enero de 1982 en el convento de San Domingos de Bonaval, en Santiago. Numerosos representantes de la política gallega, encabezados por el actual presidente y la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, ensalzaron ayer esos 35 años de Galicia, en un acto en el que reivindicaron también la figura de Gerardo Fernández Albor.

A través de un vídeo proyectado, Albor agradeció el gesto y mostró su "orgullo" por el "momento político" de Galicia. "Mi valoración no tiene que ver solo con una cuestión partidista, sino que veo en él la culminación del sueño autonómico que se inició hace ahora 35 años", pronunció. Núñez Feijóo alabó la figura de Albor, el primer representante de una "autonomía nacida a al intemperie", siendo un mandatario que instauró "la épica de la normalidad mediante el sentidiño". El presidente de la Xunta recordó que los gallegos "experimentaron el milagro democrático de que pensamientos distintos y distantes se aproximaran en el debate parlamentario".

Al acto acudieron el presidente de la Cámara autonómica, Miguel Santalices; el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva; el portavoz del PSdeG en el Parlamento, Xoaquín Fernández Leiceaga; y su homólogo de En Marea, Luís Villares. Del BNG no hubo representación. Estaban Camilo Nogueira, Xerardo Estévez, Miras Portugal y Pérez Vidal, de la primera legislatura.