El proceso de definición de En Marea no concluirá con la elección de su dirección en las primarias que concluyen mañana. El partido prevé celebrar una asamblea en verano con su Consello das Mareas al frente para concretar su estrategia política y el rol que asumirá Luís Villares, portavoz parlamentario y punta de lanza de la candidatura oficialista que aboga por un sistema de tres portavocías rotatorias en lugar de una sola asumida por el que fue su candidato a la presidencia de la Xunta el puesto de máximo referente orgánico.

El partido preveía celebrar su asamblea al mismo tiempo que las primarias, pero finalmente no ha sido así y el próximo sábado escenificará su paso adelante con la presentación pública de su primera cúpula electa, formada por un Consello das Mareas de 35 miembros y una coordinadora de 11 encargada del día a día. La composición de ambas será proporcional al resultado obtenido por las tres listas en liza, tras no lograr el sector oficialista sellar una candidatura única.

Una vez se conozca el resultado mañana, que será oficial el miércoles, se deberá negociar el rumbo del partido. El proyecto Máis Alá!, encabezado por Villares e impulsado por el grueso de la formación, cuenta con un documento político que no solo incluye la rotación de portavocías, sino además un impulso a las mareas locales y una hoja de ruta que deberá negociar si acceden a los órganos de dirección miembros de los alternativos.

Enfrente tiene a Queremos participar, la lista impulsada por Cerna y Consuelo Martínez, que abandonó AGE la pasada legislatura, y Somos quen, lanzada por integrantes de Anova. En ambas optan diputados de En Marea: Paula Vázquez Verao, en el primer caso, y Davide Rodríguez, en el segundo.

Estas dos últimas listas abogan por un liderazgo único de Villares, algo que rechaza el documento que firma el exjuez. En la asamblea se determinará qué rol futuro juega, pudiendo tener preeminencia como voz institucional dentro de los órganos de dirección, según proponen en privado algunas voces del partido.

En Marea no solo no teme negociar de nuevo de cara a la citada asamblea, prevista para verano, sino que gran parte de sus integrantes consideran positivo concretar lo máximo posible su estrategia política de cara a su consolidación como partido referente de la izquierda -superó al PSdeG en las elecciones autonómicas del pasado septiembre en votos situándose como segunda fuerza, aunque empató a 14 escaños- y a la preparación de las elecciones municipales de 2019, gran prueba de la fortaleza y la capacidad de permanencia del proyecto rupturista en sus diferentes modalidades.

Al proceso se refirió ayer a título personal la secretaria general de Podemos Galicia, Carmen Santos, que alabó a integrantes de las tres listas y señaló como "vital" la "fraternidad" en la construcción de En Marea para seguir "articulando alianzas".