Las papas arrugadas pueden estar detrás de la plaga de polilla guatemalteca (tecia solanivora) detectada en Galicia. Este insecto ha puesto en cuarentena a un total de 31 ayuntamientos gallegos, que están a la espera de que el Ministerio de Agricultura publique el decreto "en próximas semanas" que fijará los mecanismos necesarios para erradicar la polilla y evitar que se extienda a las áreas productivas. Entre esas medidas, está la prohibición de plantar en las zonas afectadas por la plaga. ¿Cómo pudo llegar la tecia solanivora a la comunidad? El departamento dirigido por Isabel García Tejerina ya ha señalado a un responsable. La introducción en Galicia de patata procedente de Canarias "de forma irregular" es una de las hipótesis que maneja Agricultura como origen de la entrada de la plaga en la comunidad.

Y es que Canarias fue la primera afectada por la polilla en el año 1999. "No ha sido a través de una operación comercial, [ya que desde la comunidad insular] no se permite enviar patata a la Península por la existencia de la plaga", explicaron fuentes del Ministerio de Agricultura. Por lo que, según apunta Europa Press, el Ejecutivo central ve la "posibilidad de que algún particular trajera [a Galicia] una pequeña cantidad de manera irregular para uso propio".

Fue en 2015 cuando se detectó la polilla en algunas plantaciones de la comunidad gallega. La hipótesis con la que trabaja es que la polilla llegase hasta Ferrol -una de las primeras zonas afectadas en Galicia por la plaga- en patatas que trajo algún agricultor desde Canarias para plantar en su huerto. Pese a que desde entonces la Xunta aplica medidas sanitarias para combatirla, la polilla se expandió por el noroeste hacia Asturias, que cuenta con siete municipios donde se ha detectado su presencia. En Galicia, según el último censo presentado este lunes por la Consellería de Medio Rural, son 31 los concellos afectados, ninguno de las zonas productoras como Coristanco o Xinzo.

Sobre las previsiones de cómo puede afectar la plaga de la patata durante los próximos meses en Galicia, el Ministerio de Agricultura reconoce que "dependerá" de la "concienciación" de los productores y de la "concreta aplicación de las medidas oficiales establecidas". Así, apunta además que si el sector "actúa correctamente" la polilla guatemalteca no se extenderá a zonas productoras.

Agricultura puso especial atención en el papel de los almacenistas en el proceso de erradicación de la plaga, ya que en los almacenes se puede propagar si entran patatas infectadas al entrar en contacto con otras sanas: "Es importante que no adquieran patatas de zonas infectadas y, en caso de detectarlas, proceder a su destrucción y desinfectar en profundidad sus instalaciones".

Desde que se detectaron los primeros casos en la comunidad, la Xunta prohibió que las patatas cosechadas en los concellos afectados puedan sacarse de esa zona para evitar que la polilla se propagase a otros municipios. Ya entonces, la Consellería de Rural publicó varias medidas de uso obligatorio para agricultores y almacenes. Para combatirla propuso colocar trampas con feromona para su captura, usar semillas libres de esta polilla, realizar tratamientos fitosanitarios con productos registrados tanto en el campo como en el almacén, destruir los ejemplares dañados, enterrar las semillas a más de 15 centímetros de profundidad, eliminar las plantas de cosechas anteriores, rotar cultivos, desinfectar el almacén y las herramientas con las que se manipula el producto y seleccionar las patatas antes de guardarlas.