La Xunta reconoce los efectos del cambio climático tanto sobre la salud humana como sobre la fauna y la flora de la comunidad gallega. De hecho, analiza con detalle su impacto sobre cada una de las especies amenazadas o vulnerables y también sobre el mapa forestal gallego. Y concluye que, pese a los esfuerzos por potenciar las especies autóctonas, es el eucalipto el que tendrá más facilidades para extenderse por el territorio si se cumplen los pronósticos climáticos recogidos en el informe.

Esta especie arbórea es ya la que ocupa más superficie en hectáreas del total forestal arbolado de Galicia (un 17,5%). Por el contrario, no tendrán el clima de su lado los castaños, una especie autóctona que la Xunta impulsa concediendo ayudas que permitirán plantar solo en una primera fase 50.000 árboles. No está tan clara la evolución del pino. En este caso, en un escenario de más crecimiento económico y poblacional, esta especie sufrirá una reducción "drástica" en la zona de Ourense y sur de Lugo. Sin embargo, en una previsión más optimista, con menos aumento de temperaturas, tanto los pinos podrían pasar de concentrarse en la provincia de Ourense a ocupar "la mayor parte de la superficie gallega a excepción de la banda más occidental". Para lo que será bueno el cambio climático es para potenciar el sector vitivinícola. El aumento de temperaturas permitirá incrementar el área cultivable de viñedo.

En cuanto a la fauna, la Xunta augura la desaparición de especies como el oso pardo, el urogallo, así como una reducción de ejemplares de águila real.