Una de las medidas anunciadas por la Xunta a los dos meses de la entrada en vigor de la Lei do Solo fue una línea de préstamos a interés cero destinados a las rentas más bajas para que pudiesen acometer la reforma de sus casas.

La intención de la Consellería de Infraestruturas era firmar convenios con entidades financieras para que concedan créditos destinados a la rehabilitación de inmuebles. Esta era una nueva vía para incentivar la rehabilitación que se suma a las ayudas directas que concede la Administración. El departamento dirigido por Ethel Vázquez movilizó casi 40 millones de euros entre 2015 y 2016 para obras de reforma. La convocatoria para solicitar ayudas para la rehabilitación de viviendas en el medio rural, en conjuntos históricos y en el Camino de Santiago, estaba dotada con 4 millones de euros.

En el caso de los inmuebles situados en el Camino de Santiago, la Xunta financia hasta el 35% de las obras con un máximo de 11.000 euros por inmueble. Cuando se trata de infravivienda rural, las ayudas cubren hasta el 80% del coste, hasta un tope de 12.000 euros. Enfocado a áreas de recuperación integral, también en el entorno del Camino de Santiago, se destinará otros 2,7 millones de euros, a los que sumarán otros 500.000 para las infraviviendas que existan dentro de estos ámbitos.