La nueva etapa en el gobierno de la Diputación de Lugo tras la incorporación de Manuel Martínez como vicepresidente se escenificó ayer en el pleno de la institución. El presidente de la misma, Darío Campos lo dejó claro: "A partir de hoy [por ayer] se pone el marcador a cero y se inicia una nueva etapa para trabajar con los vecinos".

Antes de entrar en el salón de plenos Campos y Martínez por el pasillo que accede al salón de plenos estuvieron arropados por el resto de miembros del grupo provincial socialista en una imagen para reivindicar unidad tras 14 meses de discrepancias entre los socialistas y el hasta el jueves pasado diputado no adscrito.

Por su parte, Martínez confesó que era "una sensación agradable". "Después de todos los problemas que tuvimos se solucionan de acuerdo entre las dos partes", defendió. Para el PP provincial el regreso de Martínez anticipan "nuevos capítulos de la telenovela en la que se ha convertido este mandato".