Los casi 90 ayuntamientos españoles afectados por la polilla guatemalteca de la patata (Tecia Solanivora) tendrán que regirse por el decreto del Gobierno central que ayer aprobó en el Consejo de Ministros y que entrará en vigor en los próximos días cuando se publique en el Boletín Oficial del Estado. De ellos, 31 están en Galicia -13 en las comarcas coruñesas de Ferrolterra, Eume y Ortegal y 18 en A Mariña lucense-, otros siete en Asturias y los 46 restantes en Canarias, que sufre desde 1999 esta plaga que se extiende a todas sus provincias -salvo Fuerteventura y Lanzarote- y a la mitad de sus concellos.

Las comunidades afectadas ya habían aprobado medidas de prevención para erradicar la plaga a la espera de este documento, que estará vigente durante cinco años. Y las medidas del Ejecutivo central van en la misma línea que las normas autonómicas: delimitar los municipios afectados pero incluyendo además el área tampón o de protección; prohibir el cultivo de patatas en estas zonas durante dos años y restringir el movimiento hacia otros lugares; destruir el material contaminado indemnizando a los productores por los lotes perdidos; y controlar e inspeccionar la presencia de la polilla en plantaciones, almacenes y también en lugares de venta.

La Xunta ya avisó a los agricultores de los municipios infectados que no plantasen el tubérculo porque sino el Gobierno obligaría a destruir esos lotes por decreto. En este sentido, el departamento estatal confirma que en estas áreas se prohibirá la siembra del producto porque la polilla guatemalteca es una de las plagas de mayor importancia económica en el cultivo de patata y está regulada en la Unión Europea como organismo de cuarentena. También se obligará a restringir la circulación de patatas desde los concellos en los apareció la Tecia La novedad es que además de los municipios donde las trampas instaladas detectaron la polilla guatemalteca, el Gobierno fijará zonas tampón o de protección próximas a las infectadas. Allí se reforzarán los controles y se colocarán trampas para las polillas.

El Programa Nacional de Medidas de control y erradicación para la Tecia Solanivora incluye medidas preventivas como prospecciones y controles sistemáticos para descubrir la presencia del insecto tanto en las fincas como en los almacenes y también en lugares de venta de patata ubicados en las zonas de riesgo. En este sentido, la Xunta ya había anunciado que seguirá controlando con trampas de feromona sexual la presencia de la polilla en las plantaciones de la comunidad, informó además a los almacenistas de las medidas fitosanitarias que debían realizar como la desinfección de las instalaciones e incluso anunció que los agentes de la Guardia Civil y la Policía Autonómica vigilarán los camiones que transporten esta mercancía para comprobar que está bien identificada. En el caso de la venta, la Consellería de Medio Rural lanzó a mediados de febrero nuevas normas que obligaban a los comerciantes que vendan simiente a enviar a la Xunta información sobre el origen de la producción, mientras que a los concellos se les exigió supervisar la venta de patata en los mercados locales.

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El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, recordó ayer el grave daño que la larva de la Tecia ocasiona en la patata, al construir galerías que impiden su venta. Alertó además de que estos daños no solo se producen en el campo sino también luego en el almacén, donde "se dan las condiciones ideales para su multiplicación". Méndez de Vigo advierte de que la lucha contra esta plaga es de "utilidad pública" porque puede afectar de forma grave a las exportaciones e intercambios con la Unión Europa, uno de los mayores mercados para la producción de patata de temporada temprana en la mayor parte de áreas productivas en España.

En Galicia, los 31 concellos infectados son áreas de autoconsumo y por eso la Administración autonómica y el Gobierno central trabajan para que la plaga no se extienda a las dos grandes zonas profesionales: las comarcas de Bergantiños y A Limia, donde se encuentran el 90% de los productores que comercializan el tubérculo bajo el sello de calidad de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia.