La Xunta pondrá en marcha campañas especiales de control e información en los 31 concellos gallegos afectados por la polilla guatemalteca de la patata -13 en las comarcas coruñesas de Ferrolterra, Eume y Ortegal y 18 en A Mariña lucense-, según avanzó ayer la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, en una reunión con el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. En estos concellos el decreto del Ministerio de Agricultura y la norma complementaria aprobada por la Xunta prohíbe la plantanción, el transporte y el almacenamiento de tubérculos durante un mínimo de dos años. Los productores serán los encargados de arrancar los tubérculos y después comunicárselo a la Xunta. La Administración asumirá el transporte en camiones estanco de las patatas y su destrucción en base a un calendario para la recogida de las patatas en cada ayuntamiento y parroquia. Efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Autonómica se encargarán de controlar el traslado de esta mercancía a la planta donde se destruirán los lotes de patata infectados por la plaga.

Los agentes también se ocuparán de vigilar los camiones que transportan este producto por las carreteras gallegas y comprobarán que la mercancía esté correctamente identificada y etiquetada, cuente con su registro sanitario y no vaya a granel. correctamente identificada y etiquetada El transporte de patatas sin la documentación requerida puede derivar, según el decreto estatal, en sanciones entre 300 y 3.000 euros. Además, si el traslado se produce sin cumplir los requisitos exigidos se considerará que la mercancía pertenece a alguna zona afectada por la plaga de la polilla guatemalteca, por lo que los agentes inmovilizarán el vehículo y se destruirá la patata transportada.

El decreto del Gobierno central, además de las zonas afectadas, pide a las comunidades determinar una zona tampón o de protección de cinco kilómetros a su alrededor. Esta medida supuso que Medio Rural incluyese en esta área a 16 municipios en los que se reforzará la vigilancia: la totalidad de As Somozas, Moeche, Cerdido, Cedeira y Cariño, en A Coruña, y parte de las localidades coruñesas de Pontedeume y Monfero y las lucenses de Xermade, Muras, Vilalba, Cospeito, Castro de Rei, Pol, Meira, Ribeira de Piquín y A Fonsagrada. Además de estas medidas, el documento también obliga a desinfectar los almacenes en los que haya patatas afectadas por la plaga y destruir los sacos y cajas en contacto con ellas.