Abrir un testamento no pocas veces se convierte en un regalo envenenado para los herederos. Y es que el pack que deja el finado en ocasiones no solo incluye pisos, joyas, garajes, coches o dinero. A veces también hay deudas. Este es el motivo fundamental por el que los contribuyentes dicen "no" al legado de familiares o amigos. Hasta un total de 2.323 gallegos renunciaron a herencias el año pasado, el máximo histórico en la comunidad, un volumen que supone casi un 40% más que hace cuatro años pero apena un 1% más que el ejercicio anterior. El dato novedoso de este balance es el desglose por provincias, que desvela comportamientos diferentes según el territorio, según las estadísticas del Consejo Notarial de Galicia.

A Coruña es la provincia gallega que concentra el mayor número de rechazos a los testamentos abiertos: un total de 1.026 renuncias el año pasado, lo que representa casi el 45% del total en la comunidad. La tendencia en la provincia coruñesa fue al alza en los últimos cuatro años, con un aumento del 31% respecto a 2013. Esta subida también se produjo respecto a 2015 pese a la reforma fiscal de la Xunta -que declaró exentos del impuesto de sucesiones al 99% de los contribuyentes gallegos- y la sentencia del Tribunal Supremo -desde febrero del año pasado las herencias en vida están exentan del IRPF-. En concreto, el repunte en el último año en A Coruña fue del 11%.

En Pontevedra se registraron un total de 780 renuncias a herencias en 2016, más del 50% respecto a los 515 contabilizadas en 2013. Sin embargo la evolución en relación a 2015 en Pontevedra ha sido a la baja, al igual que en Lugo, lo que las convierte en las únicas provincias gallegas que rompen la tendencia al alza del conjunto autonómico. En concreto, la cifra de contribuyentes pontevedreses que el año pasado dijeron no a las herencias que les dejaron cayó un 9% respecto a 2015 -entonces rondaron las 900-. El descenso fue más acusado en Lugo (-18%), que pasó de las 312 contabilizadas en 2015 a 255 el año pasado.

Ourense fue la provincia gallega que registró el mayor aumento de renuncias respecto a hace cuatro años: un total de 262 en 2016, un 56% más que en 2013 y casi un 24% más que el ejercicio anterior.

En el conjunto de Galicia, las renuncias a herencias durante los últimos cuatro años superaron las 8.300. A Coruña y Pontevedra lideran el número de testamentos rechazados, con un total de 3.571 y 2.864, respectivamente. Le siguen en el ranking autonómico los contribuyentes de Lugo (1.062 herencias rechazadas desde 2013) y los de Ourense (864).

Al igual que el año pasado se dispararon las renuncias a herencias en Galicia, los pactos sucesorios en vida también batieron récord en la comunidad. ¿El motivo? La reforma fiscal de la Xunta y la sentencia del Supremo sobre las exenciones en el IRPF. Casi 15.000 gallegos transmitieron su testamento en vida por la rebaja de la factura tributaria que supone. A Coruña concentró más del 40% de los pactos sucesorios de la comunidad.