Aunque todavía es un mercado incipiente en Galicia, los productos ecológicos están de moda y cada vez son más demandados por la sociedad. Así lo refleja una encuesta del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega), que recoge que el 92% de los gallegos conoce este tipo de alimentos y se anima a consumirlos al considerarlos más saludables. Los preferidos en la cesta de la compra son las frutas, verduras y leche producidos de forma sostenible. Esta tendencia explica que el negocio de la agricultura ecológica siga en auge y en 2016 consolidase su éxito con 7.410 hectáreas más dedicadas a productos cultivados sin pesticidas ni abonos químicos, lo que supone un aumento del 36,5% hasta alcanzar las 27.716 hectáreas, diez veces más que las 2.651 que constan en el primer registro de hace 20 años.

Los buenos resultados se reflejan también en el volumen de negocio con un 25% más de beneficios al facturar 41,7 millones de euros, el cuádruple que antes de la crisis. La subida de ingresos permitió generar más empleo y ya hay 945 operadores entre productores y elaboradores, un 19% más que en 2015.

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que ayer también participó en la presentación del último balance del Craega, destacó que el incremento en este sector es "sostenido y constante". Para fomentar precisamente la agricultura ecológica, Vázquez anunció que la Xunta destinará 4,3 millones de euros para ampliar en 8.000 hectáreas la superficie actual, una medida que forma parte de las 23 que integran el Plan de fijación de población del rural del Gobierno gallego.

No en todas las provincias la producción ecológica ha calado de la misma forma. Lugo acapara la mitad de las hectáreas certificadas por el Craega en toda Galicia: más de 13.800. Además, en el último año la provincia lucense registró un incremento de superficie ecológica del 43,5%. El aumento más destacado se dio, sin embargo, en A Coruña, con un 94% más de hectáreas reservadas para esta actividad, a pesar de que con 2.456 sea la segunda provincia con menos extensión, solo por delante de las 1.423 de Pontevedra, donde se registró una subida de casi el 10%. Ourense se sitúa en una posición intermedia con 9.989 hectáreas, un 23% por encima del área cuantificada en el ejercicio anterior.

La provincia lucense lidera también en número de operadores con 390, cuatro de cada diez. De ellos, 201 se dedican a la producción animal, una cifra que queda lejos de los 61 registrados en Ourense, 46 en A Coruña y 23 en Pontevedra.

¿Y por qué producciones ecológicas apuestan más los gallegos dedicados a este sector? Con gran diferencia, los pastos y praderas permanentes con 12.323 hectáreas y el terreno forestal para uso ganadero con 9.827 hectáreas suman casi el 80% del total de la superficie ecológica. Los ganaderos, tanto de explotaciones de vacuno de leche como de carne, cada vez optan por la calidad como un plus que les permita obtener mayor rentabilidad y por eso el forraje con el que alimentan al ganado también cuenta con el sello del Craega. Eso explica que en cuanto a ventas la leche ecológica generase en Galicia el año pasado 9,9 millones de euros -la cuarta parte de la facturación total- y lidere una clasificación en la que precisamente el segundo puesto lo ocupa la comercialización de carne y derivados con unos ingresos de 4,1 millones de euros. Con la misma cuantía completan el podio las conservas de pescado.

Los productos cárnicos junto con las algas y los procedentes de la acuicultura alcanzaron los mayores incrementos de facturación en 2016 con casi el 70% en cada caso. No ocurre lo mismo con los cereales, que tras cuadriplicar su recaudación en 2015 el año pasado sufrieron una bajada del 50%. Su facturación es la más baja y casi anecdótica con apenas 2.200 euros.

Tampoco tienen éxito en Galicia los frutales cuyo método de plantación respeta el medio, ya que los naranjos, higueras, albaricoques, melocotoneros, perales y viñedos ecológicos no llegan a la hectárea en ningún caso. Pero hay excepciones como las 289 hectáreas para manzanos y las 1.755 para plantaciones de castañas certificadas.