Conocido por ser el primo de Dani Martín exintegrante de El Canto del Loco, David Otero se reafirma ahora como artista con el lanzamiento de su tercer disco en solitario, con el que está de gira por España.

- ¿Entonces muere El Pescao y nace David Otero?

-Sí. Lo decidí tras un profundo análisis interno. Era una etapa en la que buscaba respuestas, y me encontré conmigo mismo. Decidí que quería quitarme ciertas máscaras. Lo cierto es que por fin me siento libre y sin disfraz. Por eso he titulado el disco David Otero, sin más.

- ¿Qué era lo que le hacía mantener ese disfraz? ¿El miedo?

-Principalmente, el miedo. Sobre todo a no ser aceptado. Tenía la presión de que mi música gustara, ya que venía de unos años meteóricos con El Canto del Loco. Daba un poco de vértigo ponerse a componer algo y exponerse. Pero al final, después de dos discos ( Nada lógico y Ultramar) pensé que lo mejor era quitar a El Pescao del medio. El cambio de nombre no iba a ser nada traumático. Estaba preparado.

- El videoclip de su nuevo sencillo, Aire , se ambienta en Sri Lanka. ¿Qué fue primero, el viaje o el videoclip?

-Lo cierto es que el viaje. Mi mujer y yo teníamos planificado un viaje a Sri Lanka y se me ocurrió que podíamos llevarnos cámaras y grabar algo para el videoclip. A Sony le pareció bien y así lo hicimos. Marina está detrás de muchos planos, fue la directora artística del vídeo.

- Tiene mucho de Hacia rutas salvajes (2007), la película de Sean Penn, con esas tomas suyas frente a la naturaleza. ¿No le parece?

-Sí, de hecho, Hacia rutas salvajes es una de mis pelis favoritas. Lo que más destaco del vídeo es la magia que despierta. Y eso es gracias a la espontaneidad con el que lo grabábamos.

- Es su disco más optimista.

-Sí, lo admito. Aunque no era mi objetivo. El trabajo de cada artista es reflejo del momento vital en el que vive. No me escondo más.

- El Gobierno ha incluido en los presupuestos de este año una rebaja del IVA cultural a los espectáculos en directo. Concretamente al 10%.

-Y menos mal. Algunos artistas nos movemos con muy poco margen, sobre todo, los que no congregamos a más de 500 asistentes, debido a las salas donde actuamos. Yo he ido sin ingeniero de luces porque no me lo podía permitir, e incluso he preferido programar un trío para un concierto en acústico porque no podía costear un espectáculo mayor.

- Algunos de los escenarios en los que actúa incluso han acogido conciertos de música clásica.

-Sí, y me encanta ver que entran artistas de diferentes géneros en esos escenarios. Al fin y al cabo, todos somos músicos y lo importante es que nos divirtamos.