La ausencia de lluvias y las altas temperaturas de los últimos días, con máximas cercanas a los 30 grados en Ourense y Pontevedra, han disparado el riesgo de incendios forestales, que es extremo o muy alto en toda la comunidad gallega. Las cuatro provincias, con especial incidencia en la de A Coruña debido a la fuerza del viento que ha obligado activar la alerta por un temporal costero de nivel naranja, tienen riesgo extremo o muy alto de incendio, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

La agencia señala que a partir de hoy se espera un descenso generalizado de las temperaturas máximas aunque hoy el termómetro subirá hasta los 29 grados en Ourense y los 27 en Pontevedra.

Estas temperaturas, más cálidas de lo normal para esta época del año, han incidido en el número de incendios forestales que desde comienzos de 2017 han arrasado 1.035 hectáreas en Galicia en los 22 fuegos de los que informó la Consellería de Medio Rural, que solo hace públicos los datos de los que afectan a superficies mayores de 20 hectáreas. Ourense es la provincia que acumula la mayor parte de los incendios desde enero. Especialmente dura fue la primera quincena de abril, con 693 hectáreas calcinadas en 12 fuegos. El más devastador fue el que se produjo en Soutadoiro, con 137 hectáreas afectadas.

Pero no solo se han producido incendios por encima de lo habitual en lo que va de año. También en los meses de invierno hubo más fuegos de lo normal.

Las atípicas condiciones meteorológicas de altas temperaturas en pleno invierno, junto al bajo nivel de humedad con ausencia de lluvia -en enero se activó la prealerta por sequía que aún continúa-, el viento y las heladas que secaron la vegetación convirtiéndola en combustible inflamable fueron factores propicios para la propagación de incendios durante el invierno. La consecuencia, más de 400 fuegos y cerca de 1.000 hectáreas reducidas a cenizas en las cuatro provincias gallegas.

Ourense volvió a ser el principal punto negro de incendios en la comunidad. En los meses de invierno, dos tercios de los focos registrados en Galicia se concentraron en esta provincia, sobre todo en el Macizo Central y en la zona Oriental.

La comunidad también fue la más afectada por los incendios durante 2016. De los 22 fuegos que superaron el umbral más elevado en todo el país, ocho se localizaron en la comunidad: cuatro en Ourense, tres en A Coruña y uno en Pontevedra. Entre todos sumaron más de 11.115 hectáreas, lo que supone más de la mitad (el 52%) de todas las que ardieron el año pasado en España.