El empresario pontevedrés Ángel Martínez Pérez, Lito, ha ejercido su derecho a no declarar ante el tribunal que le juzgó ayer por seis delitos fiscales contra la Hacienda pública, por no haber tributado lo debido en el impuesto de sociedades, IRPF e IVA en 2011 y 2012. La Fiscalía solicita 14 años de prisión y el pago de casi 53 millones, de los que 9 corresponderían con las cantidades presuntamente defraudadas en esos dos años.

En la vista oral, celebrada en la Audiencia de Pontevedra, los peritos de la Agencia Tributaria confirmaron que Lito, que está considerado como el rey de las orquestas gallegas, controlaba "claramente" el 60% del sector y gestionaba su actividad de una manera "opaca". "Es un claro ejemplo de economía sumergida", explicaron.

Esas orquestas, apuntaron los expertos, eran "reos y prisioneros" del empresario y de la compañía que administraba, tal y como demuestran los documentos que requisaron en las oficinas de Representaciones Lito en el registro realizado en noviembre del año 2013. La documentación digital y en papel que encontraron en el registro, han explicado ante el tribunal, recogía con una "precisión matemática" las cuentas en A y en B del empresario y de las orquestas a las que representaba.

Monopolio

Las facturas emitidas solo suponían el 8,3% de su volumen de negocio, según los cálculos de la Agencia Tributaria, principalmente a administraciones públicas y comunidades de montes, mientras que los pagos de la mayoría de las comisiones de fiestas que contrataban sus servicios quedaban reflejadas en estas cuentas pero sin factura de por medio.

La actividad de Lito creaba una "situación monopolística" en el sector, han señalado los técnicos de la Agencia Tributaria, y el empresario dirigía toda esta actividad a través de un grupo familiar de compañías que "vendían la actuación musical al cliente y lo compraban a las orquestas", actuando al mismo tiempo como productor e intermediario, informa Efe.