El estallido de la burbuja inmobiliaria ha llevado a decenas de constructoras en Galicia a buscar nuevos mercados. Y lo hacen ya no solo más allá del Padornelo, sino que en los últimos años han cruzado los Pirineos y también el Atlántico. El desplome de la obra pública durante los años de crisis y la parálisis en las licitaciones del Estado debido a la doble convocatoria a las elecciones generales ha dado un vuelco a la agenda de concursos de las grandes y medianas empresas.

En 2008, las constructoras empezaron a explorar nuevos mercados en busca de licitaciones que le permitiesen sobrellevar la caída de inversiones de la Xunta y del Estado. Los primeros concursos logrados en el extranjero tras el pinchazo del ladrillo permitieron a las empresas gallegas meter un bocado cada vez más grande a las licitaciones en el exterior, hasta alcanzar máximos históricos el año pasado. Hasta un total de 23 concursos o licitaciones de obras en el extranjero fueron adjudicadas en 2016 a compañías de la comunidad -bien en solitario o bien liderando proyectos conjuntos- por un importe de 654,46 millones de euros, casi cinco veces más que los 144,8 millones logrados el ejercicio anterior o los 105,6 millones de 2014.

El balance procede de la base de datos de la Confederación de Empresario de Galicia (CEG), que se nutre de la red Pexga de oficinas de promoción empresarial en el extranjero y de las bases de datos de licitaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, consultorías y obras del Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Africano de Desarrollo. Desde la patronal gallega apuntan que algunos contratos menores de pequeñas empresas pueden escaparse de esta relación, pero este balance basta para mostrar una radiografía la presencia de las constructoras gallegas en las infraestructuras de otros países.Proyectos y países

El AVE a la Meca, un hospital en Ecuador, canalizaciones y reparaciones de carreteras en Brasil, un centro comercial en Paraguay edificios de viviendas en Chile o República Dominicana, urbanizaciones en Panamá y Colombia... Son algunos de los proyectos con los que se han hecho empresas gallegas durante los últimos años.

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La semana pasada, la santiaguesa Espina & Delfín, especializada en obra pública e hidráulica y en la gestión integral del ciclo del agua, logró la adjudicación de dos nuevos contratos en el exterior: Angola y Colombia por casi 35 millones de euros. Su expansión internacional comenzó en 2002 con la compra de una pequeña empresa de ingeniería en Portugal llamada Factor Ambiente. En la actualidad, su presencia es ya efectiva en tres países: Portugal, África y Colombia.

Latinoamérica y Portugal

Latinoamérica y Portugal

En torno al 80% de los contratos logrados por las empresas gallegas en el extranjero son de obra pública y el 20% restante de promoción. Chile, Colombia, Panamá y República Dominicana están entre los mercados internacionales donde más licitaciones han conseguido las constructoras de la comunidad. Y es que la cercanía cultural y la ventaja del lenguaje han favorecido la presencia gallega en Latinoamérica. Hay más facilidades y menos trabas burocráticas en países como Chile e Colombia que, por ejemplo en Brasil.

"En Brasil resulta complicado trabajar, te exigen tener un socio de allí y los bancos también ponen problemas porque no permiten abrir cuentas allí si no es en su moneda", explica el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, Eligio Nieto.

Portugal se ha convertido en los últimos años un mercado atractivo para las empresas gallegas debido a la proximidad. "Esta cercanía y los precios más bajos han llevado a muchas empresas gallegas a abrir también una sede en el país vecino", destaca Eligio Nieto.

"La crisis tan grande en el sector de la construcción ha llevado a cada vez más empresas gallegas al extranjero. En Iberoamérica ya hace años que se ha entrado en obra pública y promoción, y ahora también se han logrado licitaciones en África", detalla Nieto. Mozambique, Angola, Marruecos, Senegal, Kenia, Namibia o Costa de Marfil son algunos de los países donde las constructoras gallegas han conseguido contratos. En tan solo cinco años, las empresas de la comunidad han logrado en el exterior obras por casi 1.040 millones de euros.