La Xunta da marcha atrás en su intención de adjudicar por 21 millones a una sola empresa la limpieza de todas sus sedes en Galicia y Madrid, incluidos organismos autónomos como la Crtvg o Sogama.

El Gobierno autonómico volverá a repetir el concurso, pero lo troceará para que varias empresas se hagan con la limpieza de las dependencias institucionales, en las que se incluyen las delegaciones de la Xunta en las cuatro provincias, las oficinas de Turismo, las oficinas agrarias, oficinas de empleo, la residencia oficial del presidente de la Xunta en Monte Pío, la Escuela de Hostelería de Galicia, el Centro Galego de Arte Contemporánea, la Casa de Galicia en Madrid e incluso una nave industrial.

El concurso era para adjudicar la limpieza por dos años de sus sedes en 88 municipios: 31 en la provincia de A Coruña; 17 en Pontevedra; 23 en Lugo; 16 en Ourense y en Madrid. Solo en la capital de Galicia, hay que limpiar 49 dependencias institucionales, en Vigo, 7 edificios y en Pontevedra, 9.

Vicepresidencia de la Xunta responde así a las demandas de asociaciones provinciales de empresarios de limpieza de edificios y locales. Al centralizar toda la limpieza en una sola empresa, el concurso "excluía de la convocatoria a las pymes gallegas del sector", explicaban ayer desde la patronal.

"Agradecemos este gesto de la Xunta por las importantes repercusiones que puede tener sobre el empleo, no sólo en términos de mantener el ya existente, sino en la creación de nuevos puestos de trabajo", valoró el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros.

"La cancelación del macroconcurso de limpiezas es un primer paso para conseguir que se corrija la práctica de convocar licitaciones cuyas condiciones económicas excluyen a las pymes", espera Cebreiros, que recuerda que el 98% de las empresas de Pontevedra son pymes. En concreto, cita otros "sectores especialmente perjudicados como el transporte público de viajeros, asistencia a domicilio, y los relacionados con obras o infraestructuras".

La Xunta, con la crisis económica de telón de fondo, y con el objetivo de ahorrar costes, opta por lanzar grandes contratos, pues con un criterio de economía de escala, le sale más rentable. Así se ha aliado con otras comunidades para comprar las vacunas a las empresas farmacéuticas y así al adquirir muchas dosis, éstas resultan más baratas.

Lo mismo ha hecho en otras áreas, al comprar ordenadores o contratar el servicio de telefonía e internet. Si la Xunta, por ejemplo, compra las gasas que necesitan todos los hospitales y centros de salud a la vez, quien le venda le hará un precio especial ante el importante pedido. El problema es que muchas empresas no podrán optar al negocio porque no tienen capacidad para disponer de tanta mercancía. Lo mismo sucedía con la limpieza de todas las sedes de la Xunta, desperdigadas por concellos de toda Galicia.

Desde el departamento que dirige Alfonso Rueda explicaban ayer que el macroncurso "se ajustaba a la normativa vigente", pero han decidido "reformularlo", pues tras encargar una auditoría han advertido de que había "determinadas dificultades" para su aplicación, y citan "el importante volumen del contrato, las diferentes tipologías de los centros y la dispersión (geográfica) que podrían provocar dificultades operativas de gestión, y la concurrencia de trabajadores con convenios diferentes".