Campañas de concienciación, mayor control de las patrullas de la Guardia Civil, endurecimiento de las penas y mejora de la red viaria. Son los principales factores que contribuyen a frenar los accidentes de tráfico, la cuarta causa de fallecimiento por motivos externos. Desde la Asociación Española de la Carretera (AEC) y la patronal de la construcción Seopan reclaman una mayor inversión en las infraestructuras para reducir los siniestros, en especial en los tramos peligrosos de las carreteras convencionales, que en el caso de Galicia concentran más del 90% de los accidentes mortales ocurridos en la red viaria de la comunidad.

Una inversión de 730 millones de euros en la mejora de 1.121 kilómetros de las carreteras convencionales evitaría en España 69 fallecidos y más de 200 heridos en tres años -una media de 23 muertes y más de 70 heridos cada año-, según el informe Seguridad en carreteras convencionales: un reto prioritario de cara a 2020, elaborado por AEC y Seopan.

Galicia figura entre las comunidades autonómicas para las que más inversión se propone. A la cabeza del ranking está Comunidad Valenciana, con más de 186 millones de euros; seguida de Galicia, con más de 149 millones y Andalucía, con unos 145.

Estado del firme

Los recortes en inversión durante la crisis colocaron a las carreteras gallegas como unas de las más peligrosas del país por la falta de conservación del firme. Un mantenimiento que, según AEC, exigiría de una inversión en el conjunto del Estado de 6.600 millones de euros. Galicia suspende en el estado del firme y también en sus señalizaciones verticales. Por el contrario, en señalización horizontal es la que logra mejor nota: 6,9 en el pintado de sus carreteras. También logra un aprobado en el estado de sus barreras metálicas (5,3) y los balizamientos (5,8).

El estudio de AEC y Seopan afecta a 73 tramos de vías convencionales con índices de peligrosidad y tráfico elevados de un total de 11 comunidades: País Vasco, Asturias, Galicia, Cantabria, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Murcia y Andalucía. Estos puntos de riesgo discurren por un total de 35 carreteras de España -29 de titularidad autonómica y 6 estatales-.

Extender las actuaciones propuestas al conjunto de la red convencional del país (32.800 kilómetros) acarrearía una inversión de 1.819 millones y permitiría reducir el número de fallecidos en 337 y 1.034 heridos graves cada tres años, según concluye el informe presentado ayer durante unas jornadas sobre infraestructuras organizadas en Santander por la Universidad Menéndez Pelayo y la patronal de la construcción Seopan.

Para Jacobo Díaz, director general de la AEC, "el informe está centrado en carreteras convencionales, ya que éstas concentran la mayor parte de la accidentalidad". "Las carreteras convencionales representan el 90% del total de red viaria española y por ellas circula el 40% del tráfico con lo que resulta vital proponer, implantar y controlar acciones específicas en ellas orientadas a la reducción del número de accidentes y sus consecuencias", sostiene Díaz, quien califica de "vital" poner en marcha medidas para reducir el número de siniestros en carretera por lo que urgió a las administraciones a "sacar" de donde sea los fondos necesarios.Gasto sanitario

AEC recuerda que los siniestros en la red convencional cuestan a la sociedad unos 2.120 millones de euros al año. La inversión propuesta permitiría, según concluye el estudio, ahorrar hasta 144 millones en gasto sanitario.

El informe señala 19 tramos de carretera con elevada accidentalidad por salida de vía, para los que propone la delimitación de los márgenes, la mejora de la adherencia del pavimento, la creación de zonas de " seguridad" en su margen, suavizando las pendientes de los taludes laterales y eliminando o protegiendo, según el caso, los obstáculos laterales del borde de la calzada.

Hay otros 42 tramos de especial peligrosidad en los que se reclama la instalación de bandas sonoras, la limitación de adelantamientos o señalización inteligente en cruces peligrosos y medidas de mayor envergadura -por ejemplo, la ejecución de circunvalaciones en poblaciones, que reducirían, de media, un 25% los accidentes con víctimas-.

Para los 12 tramos de vía con accidentalidad por impacto frontal y fronto-lateral se propone implantar carreteras 2+1, desarrolladas ya con éxito en Alemania, Finlandia y Suecia, donde el ratio de accidentalidad se ha reducido entre el 22% y 55%, respectivamente.

Según se indica en el informe, en 2015 la cifra de víctimas por accidentes dejó de reducirse, estancándose en 31.884, a lo que el presidente de Seopan, Julián Núñez, apunta "que la tendencia a la baja en la reducción del número de accidentes se haya congelado podría indicar que el efecto de las medidas disuasorias y campañas informativas podrían estar tocando techo". "Ante ello, -concluye Núñez- es vital acometer otro tipo de actuaciones adicionales y centradas en la infraestructura que anticipen el error humano y sean capaces de corregirlo o paliar sus consecuencias".