El tijeretazo del Estado a la obra pública en Galicia ha hecho caer en picado los contratos de las constructoras. Desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el sector del ladrillo se ha visto forzado a buscar nuevos mercados, tanto en otras comunidades como fuera de España, para evitar la quiebra de empresas y garantizar la continuidad de su plantilla. Tras un 2016 en el que las administraciones volvieron a abrir el grifo a las inversiones, las licitaciones en la comunidad gallega han tocado fondo: apenas 173 millones de euros en proyectos sacados a concurso durante el primer semestre del año, un 72% menos que los casi 620,5 millones del mismo periodo de 2016.

Detrás de este desplome de las licitaciones en obra pública en la comunidad, está el recorte del Gobierno central, que pasó de los más de 471,6 millones licitados entre enero y junio de 2015 a apenas 22 millones de lo que va de año (-95,35%), según el balance de la Federación Gallega de la Construcción. La mayor caída procede del Ministerio de Fomento, que pasó de una licitación de 287,7 millones en el primer semestre de 2016 a 3,6 millones en lo que va de año. Un volumen de licitaciones que marca mínimos históricos en la comunidad tras las grandes inyecciones de fondos para la ejecución del AVE.

Desde la Xunta y los concellos, sin embargo, se han inyectado más fondos para edificaciones y obra civil. En el caso del Ejecutivo autonómico, las constructoras se hicieron entre enero y junio con obras por un importe superior a los 70 millones de euros, un 4,3% más que el año anterior.

Desde los ayuntamientos se sacaron a concurso proyectos por casi 4,2 millones, un 4,6% más que el primero semestre del año pasado. En plena construcción del AVE gallego, ocho de cada diez euros que se invertían en Galicia en obra pública procedían del Gobierno central. En la actualidad el Estado se deja tan solo el 12%, mientras que la Xunta protagoniza el 40% de las licitaciones en la comunidad. Le siguen en el ranking rankinglos ayuntamientos (23,25% del total) y las diputaciones (14,5%).Guerra de ofertas

Tras siete años de descensos continuos, el sector de la construcción empezó a tomar oxígeno en 2014, el primer año desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en el que los proyectos sacados a concurso por las administraciones en Galicia aumentaron. Fue en 2013, cuando el sector del ladrillo tocó fondo en la comunidad, con poco más de 645 millones en obra pública, frente a los más de 2.800 que habían captado en época de bonanza económica.

En 2016 se mantuvo esta curva al alza que abrió la puerta al despegue de la obra pública, pero el primer semestre augura un panorama complicado y de incertidumbre para las empresas en Galicia, que en los últimos años se enzarzaron en una guerra de ofertas por el desplome de la obra pública. La rebaja media se sitúa entre el 15%, pero en algunos concursos ha alcanzado el 40%, una oferta que según reconocen desde el sector de la construcción, no llega para cubrir costes.

"Necesitamos más obra pública. A las empresas que han querido sobrevivir no les ha quedado otra que ir a buscar a fuera lo que no podían conseguir en casa. Los contratos en otras comunidades y el extranjero han evitado que muchas se fueran a pique y cerrasen", reconoce el presidente de la Federación Gallega de la Construcción, Eligio Nieto. Solo el año pasado, las constructoras gallegas se hicieron con obra pública en el extranjero por más de 650 millones, una cifra récord, muy por encima de los 44,8 millones en contratos del año anterior o los 105,6 de 2014.

Por provincias, Pontevedra fue la excepción en Galicia, la única que durante el primer semestre registró un aumento de la inversión en obra pública: 55,9 millones frente a los 47,9 del mismo periodo del ejercicio pasado ( 16,7%). Lugo protagonizó el mayor desplome (casi un -84%), seguida de A Coruña (-79%) y finalmente Ourense (casi -67%).

En inversión por habitante y provincia, Lugo se coloca a la cabeza de la tabla autonómica con una media de 71,54 euros frente a los 63,86 euros de media en la comunidad. En el segundo puesto de la clasificación se coloca A Coruña (70,26 euros), seguida de Pontevedra (59,32 euros) y, finalmente, Ourense (46,35).

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