La celebración del Día da Patria el próximo martes evidenciará la fractura interna que vive el espacio de unidad popular que por acudió por primera vez a las urnas en las elecciones autonómicas del pasado 25 de septiembre. Se trata del primer 25-J desde que nació En Marea, pero sus impulsores reivindicarán una Galicia más justa y nuevas políticas por separado. Si el partido instrumental nació como aglutinador de ese espacio político, esa jornada supondrá un acto más en su agenda para una jornada con socios separados por unos metros tan solo, pero dándose la espalda.

Anova, Podemos y la propia En Marea prevén actos diferenciados para una fecha en la que los dos primeros y Esquerda Unida también evitaron coincidir el año pasado, mientras en A Quintana el BNG arengaba a sus fieles con su tradicional manifestación. Eran los momentos de debate sobre una alianza que se antojaba difícil. Los primeros alumbraron el partido instrumental, al que se unió a regañadientes Podemos para competir en las autonómicas.

Las discrepancias internas de En Marea vivieron su clímax en su plenario del pasado sábado con el choque entre el bloque de Luís Villares, portavoz, y sus opositores (Marea Atlántica, Anova y Esquerda Unida). En la cita faltaron como organizaciones EU y Podemos y esta última censuró vicios de "vieja política" en sus socios.

En ese ambiente, ayer tuvo lugar una reunión del grupo parlamentario de En Marea donde la tensión fue la nota predominante entre dirigentes que no comparten el rumbo de la fuerza que lidera la oposición en Galicia con 14 escaños, empatado con un PSdeG al que superó en votos.

En Marea anunció ayer que celebrará en el barrio compostelano de Vista Alegre el 25-J con actividades lúdicas y formativas bajo el lema A Galicia que a xente queremos. A patria das comúns. A escasos metros, en el parque de Galeras, Anova ha convocado un acto político y una romería popular . República e ruptura ha elegido como eslogan la fuerza fundada por el histórico Xosé Manuel Beiras, que, tras defender a Luís Villares como portavoz, en contra incluso de los suyos, apostó por las tesis críticas con la hoja de ruta política del espacio de la confluencia. Una imagen simbólica de la brecha existente en el proyecto que el día 30 cumplirá un año. Dos de sus principales actores se verán de lejos, pero atenderán cada uno a su parroquia el próximo martes.

Mientras, Podemos ultima también un festejo propio, al margen de las organizaciones de sus compañeros en el Parlamento -de los 14 diputados de En Marea, siete son inscritos en la fuerza morada-, y que estará centrado en la reivindicación del papel de la mujer en Galicia, según fuentes del partido. La fecha y el formato todavía no se han concretado.

Por su parte, Esquerda Unida concretará hoy su plan y una de las mareas más críticas con Villares, Marea Atlántica, también dará la espalda al festejo que tendrá como punta de lanza al portavoz.

Tras el 25-J la actividad política se relajará hasta la celebración del pleno extraordinario del techo de gasto gallego en agosto, pero la crisis de En Marea solo se pospondrá hasta septiembre, cuando el grupo parlamentario deba reiniciar el curso y convivir sabiendo que cada vez los unen menos lazos, como reconocen en privado varios de sus integrantes.