La jubilación masiva de trabajadores públicos en los próximos diez años "preocupa" a la Xunta, tanto que la Consellería de Facenda ya está trabajando en la búsqueda de soluciones y prevé el próximo año presentar una planificación de las ofertas públicas de empleo que lanzará la Administración autonómica hasta 2023. Hasta ahora lo normal era que la Xunta anunciase cada año las oposiciones del ejercicio correspondiente, pero no las de los años siguientes. No obstante, el escenario en el que trabaja ya es "plurianual". La elaboración de un plan de choque para no vaciar a la Xunta de trabajadores está en marcha.

La publicación de las previsiones a largo plazo de las oposiciones en la Administración gallega permitirá a los aspirantes a conseguir una plaza de funcionario conocer sus posibilidades de optar a un puesto fijo y a programar su preparación.

"Tenemos que buscar qué es lo mejor, qué ofertas públicas de empleo tenemos que hacer y cómo vamos a ir solventando las jubilaciones que vamos a tener en el sector público gallego", apuntó el presidente del Gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo, preguntado por las 50.000 jubilaciones que las Administraciones públicas afrontarán en los próximos diez años, tal como adelantaba ayer este diario. Supone hacer frente de aquí a 2028 al relevo del 30% de la plantilla pública. Buena parte de estos retiros se producirán en la Xunta, aunque desde la Consellería de Facenda no concretan cifras.

La plantilla de la Administración autonómica se acerca a los 87.000 trabajadores, de los que 16.000 trabajan para los servicios generales y 34.200 en Sanidad, otros tantos en Educación y 2.556 en Justicia. "El conselleiro Valeriano Martínez está trabajando en el cuadro vegetativo de la plantilla de la comunidad autónoma. Cualquier Gobierno tiene que planificar lo que va a pasar en el tiempo que le corresponde gobernar y los siguientes. Estamos justamente planificando cuál es la demanda y cuál es la oferta que podemos plantear en base a esa demanda", explicó Feijóo, quien agregó: "Queremos en 2018 establecer una previsión de oferta pública de empleo plurianualizada para el total de la legislatura y avanzar lo que creemos que se debería hacer en la legislatura siguiente".

A la hora de diseñar esa planificación de oposiciones, la Xunta no tendrá en cuenta solo las jubilaciones previstas para los próximos años, si no también la necesidad de reordenar y redistribuir efectivos dentro de la propia Administración. Hay consellerías y departamentos deficitarios de personal, mientras en otros sobra plantilla. Esta disfunción se produce porque los recortes de personal, con una tasa de reposición exigua durante los últimos años por la crisis, se ha hecho sentir de forma diferente entre las consellerías. Hubo un momento en que el Ejecutivo de Feijóo intentó atajar el problema, poniendo encima el traslado forzoso o voluntario de funcionarios, pero la oposición sindical le animó a aparcar el plan.

La digitalización de la administración y nuevas herramientas de trabajo también explica que haya empleados más ociosos en la Administración y otros más sobrecargados de tareas. Todos estos factores, y no solo los retiros previstos de empleados públicos, habrán de ser valorados al acometer el relevo de los funcionarios que ya pintan canas y han de jubilarse en los próximos años.

La Consellería de Facenda planifica la dimensión que ha de tener la plantilla de la Xunta de la próxima década y para ello este año ha empezado a estudiar la carga de trabajo de cada departamento, empezando por la Vicepresidencia de la Xunta. La evaluación, con propuestas para mejorar el reparto de las cargas de trabajo que en todo caso no serán vinculantes, ha de permitir cuantificar las tareas que los trabajadores desarrollan, y saber si son excesivas o escasas.